El presidente, Barack Obama, espera que las empresas logren juntar el dinero usando fuentes privadas, pero Bernanke, aseveró que: "Nuestro Gobierno, a través del Departamento del Tesoro, está listo para proveer de capital adicional, si fuera necesario, para garantizar que el sistema bancario pueda atravesar una mayor caída económica".
Algunos funcionarios creen que con una protección adicional se restauraría la confianza en los bancos y ayudaría al país a salir de la más profunda recesión ocurrida en décadas.
Estos datos estarían indicando que la compra de activos tóxicos y los créditos extraordinarios concedidos por la Reserva Federal, han resultado insuficientes para estabilizar al deteriorado sistema financiero estadounidense. Los bancos mientras estudian opciones para alcanzar liquidez presionan a la Reserva Federal por una nueva inyección de capital.
El análisis prevé el peor escenario económico: 600.000 millones de dólares de pérdidas en dos años, cifra de la que 322.000 millones de dólares son hipotecas residenciales y préstamos al consumo, incluidas tarjetas de crédito.
Queda en duda la capacidad del sistema financiero para cancelar la deuda que tiene contraída con el Gobierno. Bernanke dijo que la crisis financiera destaca hasta qué punto es importante que los bancos estén correctamente capitalizados.
Chris Flowers, director de JC Flowers & Company, el fondo de capital de riesgo centrado en el sector financiero más grande de EEUU, habría advertido que elestímulo público debería ascender alrededor de 2 billones de dólares para que surta efecto.
Fuentes periodísticas afirmaron que David Greenlaw, economista jefe en Morgan Stanley, se habría referido al "desafío" al que se enfrentan las autoridades gubernamentales: inyectar más dinero. En Wall Street, se espera un comportamiento incierto de los inversores, dadas a las posibles especulaciones sobre una nueva intervención de la Reserva Federal. |