Cuento Chino
[S.E.P.A./Diario El Peso] Por detrás del incidente comercial entre China y la República Argentina, subyace un conflicto más profundo que plantea un desafío a la región y una oportunidad para ensayar una estrategia comercial subcontinental que preserve a UNASUR de relaciones comerciales asimétricas y desventajosas para las naciones que lo integran.
El problema se manifestó cuando hace algunas semanas, el Gobierno argentino dispuso gravar las zapatillas fabricadas en China, con un derecho de importación calculado en un piso de u$s 13 [trece dólares] el par, cualquiera fuere el precio facturado.
A los pocos días, las autoridades chinas anunciaron que iban a poner trabas a la importación de aceite de soja argentino en su país, fundamentando su decisión en ciertas exigencias sanitarias [supuesta presencia de solventes en el aceite de soja]. Ello trajo como consecuencia la suspensión de los embarques del producto y el estado de alerta de toda la cadena de producción sojera en el país.
El conflicto asumió aristas más explícitas cuando el Viceministro de Comercio chino, Jiang Yaoping dejó entrever que la tensión comercial entre ambos países, deriva de medidas antidumping dispuestas por Argentina y que dificultaron el comercio bilateral con China.
Jiang Yaoping, manifestó que:
“…a juicio del gobierno chino, el hecho de que Argentina lance investigaciones antidumping de manera tan frecuente contra sólo un país es algo anormal y discriminatorio…”.
Jiang Yaoping se quejó además porque en 2009, las autoridades argentinas iniciaron 18 investigaciones antidumping contra productos chinos, lo que representaría el 64 % de las medidas que se tomaron en toda América Latina. También solicitó al gobierno considere a China una “economía de mercado”, dejando entrever que el valor del arancel fijado a varios productos importados contradice las reglas que fija la Organización Mundial del Comercio [OMC].
La Ministro de Industria y Turismo de Argentina, Débora Giorgi, aclaró que las cláusulas antidumping se aplican sólo en los casos en que “se ha comprobado fehacientemente el daño y la competencia desleal a la industria” agregó que “en todos los casos nos hemos sujetado a los procedimientos establecidos por la OMC, donde hasta el momento no ha habido ninguna objeción formal por parte de China”.
Por lo tanto, rechazó que se hable de “discriminación comercial”. La Ministra también sostuvo que el año pasado sólo el 5,6 por ciento de las importaciones chinas se vieron alcanzadas por algún tipo de antidumping, porcentaje equivalente a unos 231 millones de pesos.
En este contexto, la Comisión Nacional de Comercio Exterior, después de un año de investigación, verificó el daño ocasionado por prácticas de dumping, y la Subsecretaría de Política y Gestión Comercial, certificó un margen de dumping de 157,7 por ciento.
La investigación demoró un año y la resolución coincidió con lo hecho por Brasil, que también había establecido un valor mínimo, en ese caso de 12,47 dólares para el calzado chino. Sin embargo, autoridades argentinas aclararon en ese momento que el gobierno de Hu Jintao objetó la medida antidumping de Brasil, pero no hizo lo mismo en el caso argentino.
Cabe destacar que el Ministerio de Industria advirtió que el déficit de la balanza comercial entre China y Argentina comenzó en 2008 con 700 millones de dólares, llegando casi a duplicarse con 1.200 millones de dólares en 2009.
Se calcula que este año se superará esta cifra: sólo en el primer bimestre del año 2010 se alcanzó un saldo negativo de 600 millones de dólares que equivale a la mitad del déficit precedente. Con éste último dato las proyecciones para el 2010 muestran un escalofriante monto de 3.000 millones de dólares. |