Grandes Impostores:
Aleister Crowley

[SEPA] En nuestra imaginaria enciclopedia de grandes impostores, Aleister Crowley ocupa un lugar preminente. Conocido por el vulgo de principios del siglo XX como un satanista y esparcida su fama como el hombre más malvado del mundo (él mismo llegó a identificarse como “la bestia” gracias a un apodo familiar y usaba como signo el número “666”), apenas llegó a ser un charlatán que ofrecía diversión al decadente y pervertido jet set europeo y estadounidense que, hastiado de aburrimiento, buscaba estimularse con drogas, sexo heterodoxo y… una dosis de ocultismo.

En el rol de su personaje de ocultista y adorador del demonio, llegó a crear su propia religión a la que llamó Thelema, vocablo griego que indica -según el contexto en el que se use-, atrevimiento o impulso de hacer lo que se quiera. En realidad, esta suerte de culto moderno, no fue más que un pretexto para encubrir los propios vicios y perversiones que practicaba Crowley y que gran parte de las elites estadounidense, británica y europea en general, encontraron funcional para justificar los suyos.

El evangelio crowliano propone como máxima: “haz lo que quieras será la única ley”, lo que escandalizaba pour la galerie a muchas señoras paquetas que de día lo miraban con desprecio, mientras que de noche lo ponían en práctica; mostrando experticia en su ejecución. No podía faltar en su abanico de charlatanería, las conexiones entre su magia y los fenómenos OVNI, ocurridas desde 1917 hasta 1918; ocasión en la que nuestro personaje celebró un ritual que llamó “Amalantrah working” en un apartamento de Nueva York y en el que habría abierto un portal para que entidades de otras dimensiones visitaran nuestra realidad.

Lam, dibujado por Aleister Crowley

Según las crónicas de la época, Crowley se habría puesto en contacto con una entidad conocida como Lam, a la que dibujó, y que tiene un notorio parecido con “los grises”, así denominados por la cultura popular. Los grises son esos pequeños seres extraterrestres que desde entonces visitan (al menos) las revistas de cultura popular y misterios, como la publicación estadounidense “Amazing Stories” o la imaginativa “Cuarta Dimensión” del conocido actor argentino, luego devenido investigador de todo tipo de fenómenos ufológicos y paranormales, Fabio Serpa.

Al parecer la imagen de este clásico alienígena gris, dibujada por nuestro impostor, configura una de las primeras que se difundieron en la cultura occidental; aunque para Crowley sería una entidad extra-dimensional, sea lo que fuere que signifique esta denominación.

¿Qué dice Wikipedia?

Thelema

Libro de la Ley

Ordo Templi Orientalis

La literatura “ocultista” moderna desarrollada en el marco de una intrincada red de “órdenes secretas”, a las que los británicos, estadounidenses y europeos son tan afectos, ha desarrollado una enorme variedad de temas tales como “…la intersección de la magia ritual y los fenómenos OVNI…” o la investigación sobre… “críptidos y extraterrestres” y cuya referencia es el conocido “Libro de la Ley” de Crowley, un fárrago pretensioso de vulgaridades pseudo-egipcias que contiene frases tales como: “Hacer tu voluntad será el todo de la Ley” (AL I:40) y “Amor es la ley, amor bajo voluntad” (AL I:57); un otra un poco más expl´picita que dice: “Arriba, el azur gemado es el esplendor desnudo de Nuit; Ella se dobla en éxtasis para besar Los ardores secretos de Hadit…”,que para lo único que sirvieron es para embaucar jóvenes menores de edad de ambos sexos e iniciarlos en prácticas que constituyen delitos penales que tipifican abusos de todo tipo.

Lo llamativo es la benevolencia con la que es tratado este personaje vulgar y delictivo, por la denominada cultura occidental, al punto que fue homenajeado por el conocido cuarteto de Liverpool “Los Beatles” que lo puso en la portada de uno de sus discos más icónicos “Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band” (la banda de corazones solitarios del Sargento Pimienta) y por el cantante británico Ozzi Osbourne que le dedicó una canción ambigua y musicalmente muy pobre que tituló “Mr. Crowley”.