¿Estas ofertas eran realmente serias? ¿Alguien podía obtener de estos cursos alguna formación útil que lo capacitara laboralmente? Centrándonos en este artículo en las populares escuelas de dibujo, debemos reconocer que, contra lo que muchos podrían pensar, estas escuelas eran verdaderas formadoras de creadores; en especial aquellas que ofrecían cursos de dibujos con la promesa de enviar los materiales a sus estudiantes y de hacerles un seguimiento en su aprendizaje.
Alberto Breccia enseñando a sus alumnos de la EPA
Una de las más destacadas fue la Escuela Panamericana de Arte, (inicialmente Escuela Norteamericana de Arte), cuya histórica sede estaba en la calle San José 715 de la ciudad de Buenos Aires. Las décadas de 1950 y 1960 fueron los momentos de mayor éxito de esta institución que dictaba clases presenciales y también por correspondencia. Con su recordado Curso de los Famosos Artistas prometía que, llenando un cupón, podía cambiarle la fortuna a cualquiera.
Los famosos maestros del curso por correspondencia y que, en la mayoría de los casos, también dictaban o dirigía las clases en las aulas, eran: Joaquín Albistur, Alberto Breccia, Rodolfo Claro, Luis Ángel Domínguez, Carlos Freixas, Adolfo Mazzone, Tito Menna, Joao Mottini, Carlos Roume, Pablo Pereyra, Enrique Vieytes y Hugo Pratt. Los profesores de la Escuela Panamericana eran conocidos y se podían ver sus trabajos en los anuncios publicitarios, en las tapas de las revistas o en las historietas que cada semana esperaban en los kioscos. Luego se incorporaron a esta modalidad de enseñanza a distancia Narciso Bayón, Ángel Borisoff, Daniel Haupt y Carlos Garaycochea, los materiales de estudio cambiaban y se actualizaba la oferta de especialidades: diseño de interiores, fotografía, cine y diseño gráfico.
Lecciones de Continental Schools
Enrique Lipszyc, era un hombre estrechamente vinculado al mundo de la historieta, tanto en su carácter de coleccionista y como de uno de los mentores de la Escuela Panamericana de Arte. Prácticamente no hay dibujantes de los años 50 y 60 del siglo pasado, que no haya estudiado de ella: Aldo Baamonde, Rubén Sosa, Horacio Lalia, Lucho Olivera, José Muñoz, Leopoldo Durañona y José García López fueron, en distintos momentos, algunos de sus alumnos. Incluso el extraordinario Robin Wood inició algunos estudios de dibujo, pero aunque no los terminó, allí conoció a Lucho Oliveira quien dibujaría su primer Nippur de Lagash para cambiarle la vida a quien sería el más prolífico guionista de historietas de Argentina.
Quienes completaban el cupón recibían a vuelta de correo “cinco cursos completos en uno solo”, según explicitaba la folletería. A los alumnos les llegaban 15 carpetas: 120 lecciones, 240 páginas, 2000 dibujos sobre ilustración, historieta, pintura, dibujo publicitario y dibujo humorístico. Se hacían acreedores de un equipo completo para iniciarse en las prácticas y de un disco de vinilo con las voces de algunos de los profesores a modo de introducción general, un lujo inédito para la época.
Lecciones de Continental Schools
El éxito de la EPA impulsó otras escuelas por correspondencia. En 1952 apareció en la revista Intervalo un aviso del Instituto Argentino de Dibujo y su oferta de enseñanza abarcaba Historietas, Caricaturas, Dibujos Animados, Figuras Femeninas y Creación de argumentos para historietas; su sede estaba Avenida de Mayo 784. Esta escuela luego aparece en 1961 como “afiliada a Continental Schools” hasta que finalmente quedó simplemente como Continental Schools.
Esta institución ofrecía los materiales de aprendizaje que incluía una serie de lápices, reglas, un muñeco articulado y otros elementos, además de las lecciones en fascículos y unas hojas en blanco que el estudiante a la distancia debía trabajar y enviar para su corrección. Aquellos que han tenido la fortuna de hacer el curso a la distancia, saben que las correcciones eran enviadas rigurosamente por correo postal de manera personalizada. Algo similar podría decirse de la competencia de Continental Schools, que era otra academia similar cuyo nombre era “Modern Schools”, cuya oferta era similar y competía con la anterior por los espacios publicitarios de las revistas de historietas. En Modern School se podía aprender Dibujo Humorístico, Publicidad, Historietas, Dibujo Artístico, Dibujos Animados y Letras. Como se apreciar en el aviso sede central estaba en Miami y la sucursal local en Loria 532, también en el barrio de Once de Buenos Aires.
La historia de estas escuelas populares por correspondencia no se agota no se agota con las mencionadas: las escuelas de Pedro Seguí, de Juan Oliva la Academias Maine, la Escuela Zier, la Escuela Divito, la de Leandro Sesarego, la Universidad Popular Sudamericana, las Academias Pitman, los cursos propuestos por los suplementos de Lúpin; ameritan cada uno de ellos un artículo especial; pues todos ofrecían cursos de dibujo a un mercado ávido que buscaba en el arte una salida laboral.
A Hombros de un Gigante
Luis Alberto Rosales (1944-2009)
El presente artículo es sólo un humilde homenaje a estos grandes dibujantes que un día se propusieron enseñar y que generaron un verdadero boom de la historieta argentina (único en el mundo en su época), alentando a tantos otros dibujantes que se formaron con estos cursos por correspondencia o concurriendo a las sedes de estas escuelas. Muy difícil encontrar más datos; pero debemos a otro gigante, Luis Alberto Rosales un trabajo verdaderamente arqueológico que nos sirvió de fuente para escribir el presente artículo. Por ello, invitamos a nuestros lectores a consultar Aguariza, que rescata el trabajo de Rosales y especialmente su blog una verdadera enciclopedia en las que nos cuenta no sólo la historia de varias escuelas sino un sinfín de temas relacionados con el maravilloso mundo de las historietas y en que podrán ampliar sobradamente los datos compartidos en este artículo.
Luis Alberto Rosales fue un periodista, historiador, amante apasionado del comic y una persona extraordinaria. Nació en San Nicolás (Provincia de Buenos Aires) y toda su vida la dedicó a leer, a amar y a difundir el mundo de la historieta, reuniendo infinidad de datos que expuso desde muy joven en varias publicaciones, entre ellas el fanzine CRASH! que dirigía el dibujante Leandro Sesarego, para luego a mediados de los ’80 crear junto a Miguel Almirón Asalli su propia publicación: TOP! |
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