La Inolvidable Editorial Columba
[SEPA] Ramón era un niño nacido Punilla en la Provincia argentina de Córdoba en 1891, que luego, a los 15 años en 1906, se trasladó a Buenos Aires. A esa temprana edad comenzó a trabajar en el Congreso de la Nación donde luego llegó a ser el taquígrafo de la institución, cargo que conservó hasta 1946. En su juventud incursionó en la Facultad de Medicina pero abandonó la carrera dedicándose a su verdadera pasión que era el dibujo y convirtiéndose en un destacado caricaturista. En 1916 comenzó también a enseñar taquigrafía en el Colegio Nacional; sin dejar de buscar su destino como dibujante.
En 1917 fundó, con Pedro Ángel Zavalla (Pelele) el primer Salón de Humoristas de Buenos Aires. En 1919 editó su primer libro de caricaturas, llamado Álbum de la guerra, al que le siguió dos años más tarde Apuntes del debate, con caricaturas sobre los legisladores del Congreso nacional. En 1927 fue nombrado director de taquígrafos del Congreso, cargo que continuaría ejerciendo por casi veinte años.
Página central de “Las Páginas de Columba”
Muchas de sus caricaturas vieron la luz de la imprenta en varias revistas de la época como Vida Moderna, La Semana Universal, Mundo Argentino y Última hora; y en los diarios La Razón y Crítica. Sin embargo 1923, fue un año clave en su vida cuando inició la publicación de su propia revista enteramente dedicada a las caricaturas y las historietas, más un suplemento infantil. “Las Páginas de Columba”, así se llamaba la revista,será el germen de la empresa editorial más importante de Argentina y tal vez de la América Hispana durante varias décadas.
Portada de la Revista
Grandes figuras del humor y la historieta hicieron sus primeros trazos en esta revista, algo que caracterizará a la familia Columba cuyos emprendimientos fueron la cuna de grandes artistas. Entre otras figuras que colaboraron en aquellas Páginas de Columba están por ejemplo: Dante Quinterno, Divito, José Luis Salinas, Raúl Roux, Gonzalez Fossat y Valdivia. Podemos afirmar sin dudarlo que, debemos a la matriz creativa de esta revista el surgimiento de grandes creadores que luego fundaron sus propias empresas del rubro o enriquecieron a otras existentes. Así por ejemplo la Editorial Quinterno con la Revista Patoruzú; la revista Rico Tipo de Divito o la reconocida labor del dibujante boliviano Víctor Valdivia en la ya tradicional Caras y Caretas.
Pero fue en el año 1928, cuando junto a su hermano Claudio Columba, decide fundar la icónica “Editorial Columba”. Fue en esta editorial que el suplemento infantil de las “Páginas de Columba” se transforma en la primera revista de la Editorial: “El Tony”, que varias generaciones de argentinos e hispanoamericanos recuerdan hoy con nostalgia. Para editar “El Tony”, los hermanos Columba contrataron varios dibujantes convirtiendo esta publicación en la principal revista de historietas orientada al público juvenil, primacía que duro varias décadas.
El Tony, cuando era suplemento infantil de las “¨Paginas de Columba” y luego cuando fue una revista independiente.
Cuando El Tony nace como una revista independiente, llega a tener tanta difusión que la Editorial Columba, de manera simultánea con Estados Unidos publica Batman a partir del 21 de agosto de 1940. El Nº 622 del “El Tony” publicita una historia en estos términos: “El Vampiro con Robert, el muchacho maravilloso inician en este número una de sus sensacionales aventuras. Es en el colegio Blaker, internado para niños, en donde los veremos actuar, con su singular arrojo y valentía”. El Hombre Murciélago en Argentina tendrá una curiosa traducción donde Robert será Robin aunque los nombres del Dúo Dinámico en sus alter-egos se seguirían siendo Bruce Wyne (sin la A) y Dick Grayson. El relato aparecido en este número de El Tony correspondía a la Detective Comics (DC) Nº41 de Julio de 1940. Luego, en la cumbre de la Batimanía de la década del 60 “El Tony” publicará a Batman en sus tapas.
La editorial Columba se irá consolidando con el paso de los años hasta transformarse en un verdadero emporio de la historieta argentina, que incluso llegó a tener su propia fábrica de papel. Como nota de color en su historia; los hermanos Ramón y Claudio Columba fueron dejaron la posta a una segunda generación, hijos de ellos y primos hermanos entre sí, cuyos nombres eran también Ramón y Claudio. Cuando esta segunda generación pasó la posta a la siguiente, lo hizo a sus descendientes que, curiosamente eran hijos de los primos hermanos y primos segundos entre sí y cuyos nombres eran también Ramón y Claudio Columba.
Portadas de Intervalo
A mediados de la década del ´40 del siglo pasado; la Editorial Columba comienza a tener un éxito inusitado y publica una segunda revista titulada “Intervalo”. Por un curioso giro de la lengua popular, esta revista era nombrada por sus lectores como “Intérvalo” (con acento en la é) tal vez porque de esa forma le agregaban un poco de glamour; pues era una publicación que estaba principalmente dedicada al público femenino con historietas románticas y comedias como la conocida “Mi novia y yo” de los extraordinarios Robin Wood y Carlos Vogth. Esta revista se seguirá publicando casi hasta el final de la vida de la editorial; pues su último número sale en el año 2000, un años antes del cierre de la editorial.
El siguiente éxito de la Editorial Columba fue la Revista Fantasía, conocida como la “Pequeña revista de las grandes historietas”, cuyas publicaciones se extienden desde 1950 hasta 1995. Algunos nombres que colaboraron con esta publicación: Robin Wood, Héctor German Oestrheld, Julio Álvarez Cao, Joreg Claudio Morhaim, Ray Collins, Alfredo Julio Grassi, Armando Fernández, Carlos Trillo y Guillermo Saccomano, Lucho Olivera, entre muchos otros.
Dentro de la misma línea de aventuras, Columba publica la revista “D’artagnan” que nace en 1957 publicándose el último álbum en el año 2000. Fue en esta revista donde se publicaron inicialmente “Nippur de Lagash” y “Gilgamesh el Inmortal” dos de las obras maestras del gran guionista Robin Wood. Nippur, por el éxito que tuvo, se harpa merecedor de una revista propia publicada por la editorial bajo el nombre “Nippur Magnum” entre los años 1979 y 2000.
La editorial sobrevivió épocas difíciles como la de la última dictadura militar argentina (1976-1983); época en la cual siguió contratando al gran guionista Héctor Germán Oesterheld (autor de “El Eternauta”), que en la etapa más difícil de su vida pudo ganar dinero, incluso desde la clandestinidad, trabajando para editoriales como Columba y Récord que le seguían abonando su labor como guionista, hasta su desaparición forzada en 1976. |