13 Años entre la Prensa
y los Libros

[SEPA] Quienes hayan hecho periodismo son conscientes que trabajaron para lo efímero; por más importante que haya sido el hecho que relataran o registraran o la opinión que hubieren expresado sobre el mismo. Los periodistas hacen literatura para el olvido -para los que consideramos que el periodismo es un género literario más o menos feliz, sin perjuicio de que también sea algo más-. Las crónicas periodísticas son literatura efímera, aunque estuvieren estado escritas de manera magistral: con gracia, humor, sutileza, realismo, o se hubieren enriquecido los hechos con una imaginación desbordante.

Por décadas, muchos periodistas talentosos vieron arrugarse sus ideas en papeles baratos que luego se usaban para embalar mercaderías o limpiar vidrios, en el mejor de los casos. En el presente y, ante el franco retroceso del papel como vehículo natural de comunicación, las ideas publicadas se pierden en un universo infinito de palabras e imágenes en la web, donde sufren el mismo tipo de olvido con el tiempo; aunque hayan escalado en cifras astronómicas de vistas por unos días. Sin embargo, la mayor parte de las veces, el periodismo es relegado por algún cachorrito gracioso, una vaca muy estimulada intelectualmente o un tierno cerdito bebé; que por lo general escalan en la red con mucho más facilidad y de manera exponencial. A pesar de estos sinsabores, una abrumadora mayoría de escritores fueron inicialmente periodistas o en algún momento pasaron por las redacciones de los diarios, e incluso siguieron ejerciendo el oficio de tanto en tanto; una vez consagrados en el mundo de las letras. Así ocurrió con Edgard Allan Poe, Leopoldo Lugones, Eduardo Mallea, Jorge Luis Borges, Gabriel García Márquez, Roberto Arlt, Osvaldo Soriano, Rodolfo Whalsh, Marco Denevi o Tomás Eloy Martínez entre tantos otros. Muchos diarios -actuales y pretéritos-: Southern Baltimore Messenger, El Mundo, La Nación, La Opinión, La Prensa, El Cronista, Página 12, Crónica, Clarín, etc.; fueron testigos en sus redacciones del paso de grandes escritores.

Consciente de la extraña relación que muchas veces une a los escritores y los diarios, de una charla de café compartida entre escritores-periodistas, salió una idea: ¿Qué pasaría si los diarios publicaran escritos literarios, no de manera periférica o en una sección literaria; sino de manera central? ¿Qué pasaría si ese diario imaginario, en lugar de tener secciones como economía, política, deportes o policiales; tuviera espacios exclusivos para para la poesía, la literatura ilustrada, la literatura popular, ensayos o misterios? ¿Y si las opiniones fueran sobre libros antes que sobre finanzas? ¿Por qué no rescatar los pensamientos de todas las épocas?

¿Por qué no imaginar un diario en cuya portada, Lovecraft nos cuente sobre “Una ciudad sin nombre” o se anticipe una excursión por “El extraño mundo de las historietas” o se nos cuente sobre un misterioso “Tratado sobre los Gigantes”.

De aquella conversación es que un pequeño diario alternativo, nacido el 8 de mayo de 2009 con su edición “0”, hace trece años y que se ocupaba de política, economía, etc.; se fue transformando en un “Diario de Libros” cuyo principal eje gira alrededor “Libros, Editores y lectores”

En nuestro pasado aniversario (año 2021), refiriéndonos al lejano año 2009 de nuestra fundación dijimos: “…En aquel momento (año 2009), el mundo se enfrentaba a una transición nunca antes operada. Internet con sus redes, se iba convirtiendo en el mayor canal de información, interactivo y de crecimiento exponencial. Creíamos que, en la web circulaba una masa crítica, libre e inmanejable de información sobre la realidad; pero luego advertimos que también se destila en alguna forma la inmensa materia informativa que nos proporcionan los internautas. Quedamos inmersos en una red de hiper-estímulos rodeados de una aparente selva informativa que nos desorienta cada vez más; pero que también puede ser; sino controlada, al menos orientada en sus contenidos de manera mucho más eficiente que antes; pues esta manipulación se produce a una escala, dimensión o volumen nunca antes alcanzados en la historia de la humanidad….

”Invitamos a releer estas reflexiones que sintetizan nuestras preocupaciones y anhelos. No se trata de eludir la realidad dando la espalda a los problemas reales, sino de encararlos desde la palabra de grandes escritores. Como lo dijimos ante y lo reiteramos ahora, nuestro propósito es:

Así fue que reformulamos nuestro diario, no desde la coyuntura circunstancial de las crónicas periodísticas, sino desde la perennidad de los libros y escritores que abordan la realidad desde la reflexión profunda o la imaginación. Cuentos que nos proponen adentrarnos en las mismas pasiones que gobiernan el mundo, pero con arte; reflexiones sobre la literatura ilustrada, género que encierra una riqueza profunda y hasta filosófica; divulgación científica de agencias especializadas que nos cuentan sobre mundos tan lejanos e infinitos como los mundos literarios; la poesía, tan olvidada en los tiempos actuales, vuelve en una antología tan diversa como extensa en el tiempo; reflexiones sobre nuestra historia tan ignorada como reducida hasta la tergiversación, etc

.Y así, entre poemas, cuentos, ensayos, historia, ciencia y misterios queremos poner a disposición de nuestros lectores a poetas, escritores y pensadores de todos los tiempos. Desde el primer número que compartimos, todas las publicaciones están disponibles; sólo basta ingresar por el ícono que titulamos “El Peso en el Tiempo” para leer los artículos publicados desde el primer número. Lo invitamos a explorar esos tiempos lejanos y aquellos lugares distantes que nos proponen tantos escritores y subir a este pequeño diario, que será la nave que lo lleve en este viaje; que se renueva periódicamente desde hace 13 años. Muchas gracias por acompañarnos. (Equipo de Redacción de SEPA & Diario El Peso)