“Descubrimos que es la densidad del planeta y no el radio, como se pensaba anteriormente, lo que separa los planetas secos de los húmedos”, subraya Luque. De hecho, así han titulado su artículo.
La densidad del exoplaneta y no el radio, como se pensaba hasta ahora, es lo que separa los planetas secos de los húmedos, según el nuevo estudio |
Sin embargo, estos exoplanetas están tan cerca de sus soles que cualquier agua en la superficie existiría en una fase gaseosa supercrítica, lo que ampliaría su tamaño, su radio. Pero eso no es lo que se ve en las muestras, lo que sugiere que el agua no está expuesta.
“Hemos comprobado que esta agua no puede estar en forma de ríos y océanos en su superficie como se pensaba, sino debajo de ella, quizá mezclada con el magma o atrapada en bolsas”, señala Luque, “lo cual es algo realmente novedoso y que puede tener implicaciones en el futuro en la cuestión de la habitabilidad o no de estos planetas”.
El agua de estos mundo acuáticos estaría probablemente incrustada en la roca o en bolsas bajo la superficie, en lugar de fluir por ríos y mares como en la Tierra. |
El agua estaría probablemente incrustada en la roca o en esas bolsas bajo la superficie, condiciones similares a las de la luna Europa de Júpiter, pero muy diferentes a lo que ocurre en nuestro planeta.
“La Tierra es un planeta seco a pesar de que casi toda el agua está en su superficie, lo que le da una apariencia muy húmeda. El agua de la Tierra es solo un 0,02 % de su masa total, mientras que en los mundos acuáticos es el 50 % de la masa del planeta”, apunta Pallé.
Tres tipos de pequeños planetas en las estrellas M: Con este hallazgo, se confirma por primera vez la existencia de esta nueva tipología de exoplanetas. “Hemos visto que todos estos planetas pequeños se agrupan en tres familias: unos que tienen una composición muy similar a la de la Tierra, otros en los que la mitad de su masa está constituida por agua (mundos acuáticos u oceánicos, water worlds en inglés) y una tercera población de minineptunos o también water words pero con atmósferas muy extensas de hidrógeno-helio”, detalla Pallé.
La distribución de densidades medias de los planetas entorno a estrellas M, donde los distintos tipos de planetas (rocosos, mundos acuáticos y minineptunos) se diferencian claramente. / R. Luque (Universidad de Chicago), Pilar Montañés, Gabriel Pérez (IAC) y Chris Smith (NASA Goddard Space Flight Center)
Este resultado contradice la hipótesis que prevalecía hasta ahora en la cual todos estos pequeños mundos se distribuían solo en planetas con una atmosfera extendida de hidrógeno-helio o sin ella (los secos y rocosos).
Migración de mundos acuáticos hacia el interior: En cambio, el estudio sugiere que, a diferencia de los planetas rocosos, estos otros mundos ricos en agua se formaron fuera de la denominada línea de nieve, es decir, a una distancia en la que la temperatura era lo suficientemente baja como para que los compuestos más ligeros como el agua se solidificaran y se formaran granos de hielo sólidos, migrando posteriormente hacia el interior.
“El agua de la Tierra es solo un 0,02 % de su masa total, mientras que en los mundos acuáticos es el 50 % de la masa del planeta”
Enric Pallé (IAC/ULL) |
Este escenario refuerza una de las teorías de formación planetaria más aceptadas, que sugiere que los mundos rocosos se forman en las partes internas de sus sistemas solares, mientras que los mundos acuáticos se forman en las regiones más externas y después migran hacia el interior con el tiempo.
“La distribución de tamaños y densidades de exoplanetas es una consecuencia directa de su formación a diferentes distancias de la estrella y no de la presencia o no de una atmósfera”, comenta Pallé.
Un análisis conjunto novedoso: De la misma manera que la observación de la población de toda una ciudad puede revelar tendencias que son difíciles de ver a nivel individual, el estudio de una población de planetas ha ayudado a los científicos a identificar patrones hasta ahora desconocidos.
“Debido a los errores en masa y radio de nuestras medidas, uno de estos planetas (que suelen tener un tamaño entre el de la Tierra y Neptuno), de forma individual, puede a veces encajar en diferentes categorías (terrestre, water worlds, etc.), según el modelo. Es cuando observamos una población de planetas, como hacemos aquí, cuando se pueden resolver los patrones de composición distinta”, explica Luque.
Según los autores, los próximos pasos a dar son entender la estructura interna de los mundos acuáticos, es decir, dónde se almacena el agua y si estos planetas pueden albergar una pequeña atmósfera de vapor de agua supercrítica detectable.
El telescopio espacial James Webb y los futuros telescopios extremadamente grandes en tierra pueden estudiar las atmósferas de planetas situados en la zona habitable alrededor de estrellas M |
“Solo los planetas alrededor de estrellas M en la zona habitable son accesibles para la exploración atmosférica por el telescopio espacial James Webb (JWST) y los futuros telescopios extremadamente grandes en tierra”, aclara Pallé. “También es fundamental entender si nuestro hallazgo se aplica a las poblaciones de pequeños planetas alrededor de otros tipos de estrellas”, destaca Luque, que adelanta: “Las masas precisas de los planetas pequeños alrededor de estrellas más grandes son más difíciles de obtener, pero pronto podrían ser proporcionadas por espectrógrafos de última generación”.
Para este trabajo han sido imprescindibles los nuevos descubrimientos de planetas alrededor de estrellas enanas M realizados por la misión Transiting Exoplanet Survey Satellite (TESS) de la NASA, así como las determinaciones de masa realizadas por el espectrógrafo CARMENES, instalado en el telescopio de 3,5 m de Calar Alto, en Almería (España).
Aunque los indicios aportados con ellos resultan convincentes, el siguiente paso consiste en obtener una prueba irrefutable de que estos planetas son sin duda mundos acuáticos, lo que se espera conseguir con telescopios como el James Webb.
Referencia:
R. Luque y E. Pallé. “Density, not radius, separates rocky and water-rich planets orbiting M dwarf stars”. Science, 2022 |
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