El Tigre
de William Blake
¡Tigre! ¡Tigre! Que te enciendes
En la penumbra de los bosques
¿Qué mano inmortal, qué mirada
Pudo imaginar tu terrible simetría?
¿En qué profundos abismos, en qué cielos,
Ardió el fuego de tus ojos?
¿Con qué alas osó elevarse?
¿Y que manos arrebataron ese fuego?
¿Que hombro y qué arte,
pudieron urdir la nervadura de tu corazón
Y cuando tus venas comenzaron a latir
¿Qué formidable mano, qué terribles pies?
¿Qué martillo, qué cadena?
¿En qué horno se forjó tu cerebro?
¿En qué yunque? ¿Qué osadas garras ciñeron
su terror mortal?
Cuando las estrellas arrojaron sus lanzas,
Y bañaron los cielos con sus lágrimas,
¿Sonrió al contemplar su obra?
¿Quién hizo al cordero, te hizo a ti?
¡Tigre! ¡Tigre! Que te enciendes
En la penumbra de los bosques
¿Qué mano inmortal, qué mirada
pudo imaginar tu terrible simetría?
Traducción para SEPA (SMD)
THE TYGER
William Blake
Tyger! Tyger! burning bright
In the forests of the night,
What immortal hand or eye
Could frame thy fearful symmetry?
In what distant deeps or skies
Burn the fire of thine eyes?
On what wings dare he aspire?
What the hand dare sieze the fire?
And what shoulder, & what art,
Could twist the sinews of thy heart?
And when thy heart began to beat,
What dread hand? & what dread feet?
What the hammer? what the chain?
In what furnace thy brain?
What the anvil? what the dread grasp
Dare its deadly terrors clasp?
When the stars threw down their spear,
And water’d heaven with their tears,
Did he smile his work to see?
Did he who made the Lamb make thee?
Tyger! Tyger! burning bright
In the forests of the night,
What immortal hand or eye
Dare frame thy fearful symmetry? |
El enigmático William Blake
[SEPA] Para Jorge Luis Borges, William Blake (1757-1827) fue uno de los hombres más extraños de la literatura y del arte. Nació, vivió y murió en Londres sin nunca salir de su ciudad. Para otros fue un precursor del romanticismo que, sin embargo, desdeñaba a la naturaleza a la que llamó “universo vegetal”; en una época cuyos pensadores todavía rendían tributo a los restos del iluminismo del siglo XVIII y a un incipiente racionalismo decimonónico. Blake, un hombre fuera de su tiempo, supo urdir su propia mitología de divinidades no siempre eufónicas.
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No puede concebirse su obra poética separada de su obra pictórica ni de su extraño misticismo. A la edad de catorce años, Blake comenzó siete años de aprendizaje con James Basire, grabador de la Society of Antiquaries y de la Royal Society; oficio que lo acompañará hasta su muerte. Las primeras obras que pueden atribuirse con toda seguridad a Blake muestran su interés por la historia y las leyendas británicas, que más tarde unificaría en “Joseph of Arimathea among the Rocks of Albin.”
Se forjó cierta fama de hombre extraño, huraño, agresivo, loco e incluso diabólico. Con una educación autodidáctica y empírica, pertenecía a una familia de pequeños comerciantes, miembros una secta protestante radical opuesta a la iglesia oficial inglesa que influyó en su manera de concebir el mundo. Sufrió visiones durante toda su vida, que inspiraron su obra. Sobre la primera de estas visiones señalaba que el profeta Ezequiel, estaba sentado bajo un árbol de cuyas ramas parecían pender ángeles brillantes cual centellas, temerosa su familia por lo que contaba, fue castigado.
Contrajo matrimonio con una mujer analfabeta llamada Catherine Boucher a quien enseñó a escribir y las técnicas de grabado. Su mujer lo acompañó y cuidó toda su vida convirtiéndose en una extraordinaria colaboradora. Aborrecía la esclavitud y creía en la igualdad sexual y racial. Sus pinturas expresan una idea universal de la humanidad. Conservó un interés activo por los acontecimientos sociales y políticos durante toda su vida, aunque a menudo se vio forzado a disimular el idealismo social y transformar sus declaraciones políticas en alegorías místicas. Blake rechazó toda forma de autoridad impuesta civil o religiosa: de hecho, fue acusado por asalto y por pronunciar expresiones sediciosas y de traición contra el rey en 1830, pero luego fue absuelto de estos cargos. |
Rechazaba el Dios del Antiguo Testamento pero no así el del Nuevo Testamento al que consideraba beneficioso. Su tumba nunca fue identificada y hoy existe una lápida dedicada a él y a su inseparable esposa en un lugar cercano donde se cree que reposan. |
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