Imagen de la elevación en la superficie de (4) Vesta, donde puede observarse el enorme cráter de la colisión que formó los fragmentos de la familia Vesta.
[C/A de National Aeronautic and Space Administration] El 29 de marzo de 1807, el astrónomo alemán Heinrich Wilhelm Olbers descubrió Vesta como un destello de luz en el cielo. Doscientos cuatro años más tarde, la nave espacial Dawn de la NASA se prepara para orbitar a este mundo fascinante. Los científicos lo consideran como algo especial, aunque persiste algún debate sobre cómo clasificarlo.
Al encontrarse en una región localizada entre Júpiter y Marte conocida como el cinturón de asteroides, Vesta fue considerado como un asteroide más, sin embargo la mayoría de los cuerpos celestes que orbitan en esta región de escombros siderales, son ligeros en tamaños y tienen como máximo 100 kilómetros. Vesta puede exhibir 530 kilómetros en promedio. Debe haber sido incluso mayor, dado que muchos de sus fragmentos, han sido identificados en el cinturón principal, tal vez como resultado de pasadas colisiones.
Vesta
“No creo que Vesta deba ser considerado un asteroide”, afirma Tom McCord, coinvestigador de Dawn que trabaja en el Bear Fight Institute. “No solo es Vesta mucho mayor, sino que se trata de un objeto que ha evolucionado, a diferencia de la mayoría de los objetos que llamamos asteroides”.
Un modelo del protoplaneta Vesta, realizado por los investigadores como parte de un ejercicio de la misión Dawn de la NASA, permitió una mejor estimación de la superficie del protoplaneta, encontrándose que tiene una mayor similitud con los planetas que con los asteroides.
Nuestros antepasados construyeron puentes hacia el cielo con las cuidadosas observaciones de los planetas Sol, la Luna y las estrellas. Hoy en día, nuestros puentes robótica llegar mucho más lejos. Este mes se celebra la historia de las observaciones y el Día del Sol-Tierra.
Según Tom McCord, la estructura en capas de Vesta [núcleo, manto y corteza] es el factor clave que convierte a este objeto en algo más similar a planetas como la Tierra, Venus y Marte, que a los otros asteroides. Al igual que los planetas, Vesta tuvo suficiente material radiactivo en su interior cuando se formó, emitiendo calor que fundió la roca y permitiendo que las capas más ligeras se desplazaran hacia el exterior. Los científicos llaman a este proceso “diferenciación”.
McCord y sus colegas fueron los primeros en descubrir esta diferenciación, cuando los detectores especiales de sus telescopios en 1972 identificaron rastros de basalto. Eso implicaba que el cuerpo tendría que haberse derretido en algún momento.
Oficialmente, Vesta es un “planeta menor”, un cuerpo que orbita alrededor del sol, pero no un planeta en el sentido tradicional del término, como tampoco sería adecuado caracterizarlo como un cometa.
En realidad existen más de 540.000 planetas menores en nuestro sistema solar, por lo que etiquetar a Vesta de esta manera no le otorga mucha distinción. Cabe destacar que tampoco es un “planeta enano” [que constituye el segundo destino de la Misión Dawn, como Ceres]. Éstos pertenecen a otra categoría, que excluye Vesta por no llegar aun umbral mínimo de tamaño.
Científicos de la misión prefieren pensar en Vesta como un protoplaneta, por ser un cuerpo denso, con capas y que orbita alrededor del Sol. Comenzó de la misma manera que Mercurio, Venus, Tierra y Marte, pero por alguna razón nunca se desarrolló en plenitud.
Comparación de Vesta Ceres y la Luna
En la historia temprana del sistema solar, el movimiento de balanceo de los objetos del tamaño de Vesta, provocaba la fusión de los mismos y originaba de esta forma los primeros planetas. Sin embargo Vesta parece no haber hallado una pareja en este gran baile de objetos celestes, encontrándose en soledad cuando terminó la música. Este fracaso puede estar relacionado con la cercana presencia de Júpiter. Esta superpotencia gravitacional del suburbio estelar, habría perturbado las órbitas de los objetos cercanos acaparando a los compañeros de baile.
Algunas rocas espaciales han chocado con Vesta y desprendido trozos del mismo. Los restos se convirtieron en la parte del cinturón de asteroides conocida como Vestoides y probablemente cientos de meteoritos han terminado cayendo en la Tierra. Sin embargo, Vesta nunca chocó con algo de tamaño suficiente para comenzar a diferenciarse del todo y se mantuvo intacto. Como resultado, Vesta es una cápsula del tiempo de épocas pretéritas.
“Este protoplaneta poco arenoso ha sobrevivido a los bombardeos en el cinturón de asteroides por más de 4,5 millones de años, haciendo de su superficie, la más antigua de los planetas del sistema solar”, dijo Christopher Russell, investigador principal de la Misión Dawn, con base en la UCLA. “El estudio de Vesta nos permitirá escribir una historia interesante de la turbulenta juventud del sistema solar”, agregó.
Concepto artístico de la Misión Dawn
Los científicos y los ingenieros de la Misión Dawn, han diseñado un plan maestro para investigar las especiales características de Vesta. La Misión Dawn llega a Vesta en julio y su Polo Sur estará a plena luz del sol, brindando a los científicos una visión clara de un enorme cráter allí existente.
Ese cráter puede dejar ver “el pastel de capas” de los materiales dentro de Vesta y revelar cómo evolucionó este cuerpo después de su formación. El diseño de la órbita permitirá a la misión describir el mapa del terreno a medida que avance en su visita de 12 meses. La nave realizará mediciones, incluyendo datos de alta resolución en la superficie de su composición, topografía y textura. La nave espacial también medirá la fuerza de gravedad de Vesta para aprender más sobre su estructura interna.
“Los propulsores iónicos de la Misión Dawn la está llevando suavemente hacia Vesta y la nave se prepara para su gran año de exploración”, dijo Marc Rayman, ingeniero principal de la Misión del Jet Propulsion Laboratory de la NASA, en Pasadena, California “Hemos diseñado nuestra misión para conseguir el máximo provecho en esta oportunidad para revelar los secretos de este apasionante mundo desconocido y exótico”, agrega.
Créditos: La misión Dawn está orientada a Vesta y Ceres es dirigida por el Jet Propulsion Laboratory, una división del Instituto Tecnológico de California, en Pasadena, de Ciencia Espacial de la NASA, Washington.
La misión Dawn es parte del Programa Discovery gestionado por la NASA “Marshall Space Flight Center en Huntsville, Alabama UCLA” quien es responsable de la ciencia general de la misión Dawn. El Orbital Sciences Corporation de Dulles, Virginia, diseñó y construyó la nave espacial Dawn. El Centro Aeroespacial Alemán, la Sociedad Max Planck, la Agencia Espacial Italiana y el Instituto Nacional Italiano de Astrofísica forman parte del equipo de la misión.
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