¿La mecánica le suena familiar? Wall Street hizo lo mismo durante el rescate de 2008, habiendo suscripto el gobierno de los Estados Unidos el acuerdo. La diferencia fue que los bancos más grandes de China eran de propiedad del gobierno, por lo que en definitiva fue éste [en lugar de un cartel de bancos privados] quien se benefició con el arreglo. Según el economista británico Samah El-Shahat, escribiendo en Al Jazeera en agosto del 2009:
"China no ha permitido que su sector bancario se vuelva tan poderoso, tan influyente, y tan grande al punto de que pueda ejercer un control autoritario o apropiarse del rescate". En palabras llanas, el gobierno prefirió responder a su pueblo y dar primacía a los intereses del mismo antes que a intereses comprometidos o sectoriales. Y es por eso que los bancos chinos están haciendo préstamos de cifras record a la gente y a sus empresas."
Por el contrario, en los Estados Unidos y en el Reino Unido:
"Los bancos han capturado todo el dinero de los contribuyentes y el dinero barato surgido de la flexibilización cuantitativa de los bancos centrales. Lo están utilizando para reforzar y sanear sus balances en lugar de prestar a la gente. El dinero ha sido literalmente secuestrado por los bancos, y nuestros gobiernos no están haciendo absolutamente nada al respecto. En realidad, han actuado como cómplices al permitir que esto suceda."
Hoy en día, continúa diciendo Jubak, el problema de la deuda china son las miles de sociedades de inversión creadas por los gobiernos locales para tomar dinero prestado de los bancos y prestarlos a su vez a las empresas locales, una política que ha generado miles de puestos de trabajo, pero que dejó el balance de la deuda pendiente de cierre. Cita al economista Victor Shih, quien dice que las compañías de inversión de los gobiernos locales tenían un total de 1,7 billones de dólares de deudas pendientes hacia el final del 2009, o sea alrededor de un 35% del PIB de China. Los bancos han tendido líneas de crédito por 1,9 billones de dólares a las empresas de inversión locales por encima de esto.
En conjunto, la deuda más las líneas de crédito se acercan a los 3.8 billones de dólares. Es decir, aproximadamente el 75% del PIB de China, que es proporcionalmente bastante más pequeño que el de los Estados-Unidos. Según Shih, nada de esto se consideró en el cálculo efectuado por el FMI para llegar a un cociente “deuda/PIB” del 22%. Si así se hiciera, ese cociente estaría próximo al 100% del PIB.
En consecuencia, en términos proporcionales, la deuda China podría ser aún más pesada que la deuda que los Estados Unidos. Pese a ello, China se encuentra todavía en condiciones de realizar fuertes inversiones en infraestructura, en empresas locales y en creación de puestos de trabajo. Su esquema de "contabilidad creativa" parece estar operando en beneficio de los chinos. Puede tratarse en definitiva de un pase de prestidigitación, pero fue una maniobra táctica necesaria para armonizar su realidad económica con las normas bancarias occidentales.
Porque para unirse a la Organización Mundial del Comercio (OMC) en el 2001, China tuvo que revisar sus métodos de contabilidad para conformarlos con las exigencias occidentales, pero antes de incorporarse, no consideró que las subvenciones acordadas a las empresas estatales eran "No Performing Loans" (NPL) [préstamos incobrables] sino lo que en la jerga del FMI se conoce como "Contingent Grants" [préstamos "contingentes"]: Si son rentables, entonces genial, y si no lo son, son dados de baja. No existían acreedores que pudieran exigir pagos de bancos estatales.
El acreedor era el Estado, y el Estado, al menos en teoría, era el pueblo. En cualquier caso, los bancos eran de propiedad estatal. Se estaba prestando a sí mismo, y podía en consecuencia cancelar también sus préstamos a voluntad. Era preferible canalizar los "NPL" hacia "SPV" [Special Purpose Vehicle] que reducir servicios e imponer impuestos más pesados sobre las personas. En rigor de verdad, el gobierno chino redujo servicios y aumentó impuestos en detrimento de las masas trabajadoras, pero no en la medida en que hubiera sido necesario para equilibrar sus libros según los estándares occidentales.
Mientras que el resto del mundo sufre una implacable crisis crediticia, los bancos Chinos de hoy en día atraviesan una euforia de préstamos. La corrida para contraer nuevos préstamos es una consecuencia directa de la política de estimulación económica del gobierno, que hace hincapié en la infraestructura y en el desarrollo interno. El gobierno chino, por ser propietario de sus bancos, fue capaz de obtener de estos que abrieran las compuertas de los préstamos al tiempo que los bancos estadounidenses mezquinaban el dinero. El sistema bancario chino ha sido parcialmente privatizado, pero el gobierno sigue siendo el accionista con poder de control sobre los cuatro grandes bancos comerciales que se separaron del Banco Popular de China en la década de 1980.
Podemos aprender una lección de los chinos y poner nuestros propios bancos a trabajar a servicio del pueblo, en lugar de hacer que la gente trabaje a servicio los bancos. Necesitamos extraer nuestros dólares de la "calle del muro" [a "Wall" Street] y ponerlos de nuevo en la calle principal. Sólo lo lograremos rompiendo el monopolio de la banca privada [hoy por hoy totalmente fuera de control] y devolviendo el control del dinero y del crédito al pueblo mismo.
También podemos aprender otra lección de los chinos y terminar con nuestra deuda utilizando un poco de contabilidad creativa: cuando los bonos lleguen a su vencimiento, se podrían cancelar con dólares emitidos por el Tesoro, de la misma manera como la Reserva Federal emite billetes de la Reserva Federal para salvar a Wall Street con su programa de "flexibilización cuantitativa". La mecánica de este proceso fue revelada en una notable emisión de la National Public Radio (NPR) [Radio Pública Nacional] el 26 de agosto de 2010, que describió cómo un equipo de empleados de la Fed [La Reserva Federal] compró 1,25 billones de dólares de bonos hipotecarios a partir de finales de 2008. Según la NPR:
"La Fed fue capaz de gastar tanto dinero con tanta rapidez porque tiene un poder único: .... puede crear dinero de la nada cada vez que decide hacerlo. Así, si el equipo de las hipotecas se decide a comprar bonos, no tiene más que apretar un botón en su computadora y listo: se creó el dinero."
Si la Fed puede hacer eso para salvar a los bancos, el Tesoro puede hacerlo para salvar a los contribuyentes. En un documento presentado en el American Monetary Institute [Instituto Monetario de América] en septiembre de 2010, el Profesor Kaoru Yamaguchi mostró con sofisticados modelos matemáticos que si esto se realiza correctamente, el pago de la deuda federal con "bonos de libre deuda" emitidos por el Tesoro tendría un beneficioso efecto estimulante sobre la economía sin que se inflen los precios.
El anuncio los "Citizens Against Government Waste" dice una verdad: hemos dado la espalda a los principios que nos hicieron grandes. Pero estos principios no están basados en la "austeridad fiscal". La abundancia que engrandeció las colonias de América deriva de un sistema monetario en el que el gobierno tenía el poder de emitir su propio dinero, a diferencia de hoy en día en que lo único que hace el gobierno es acuñar monedas. Los billetes de dólares son emitidos por la Reserva Federal, un banco central privado y el gobierno está obligado a pedir prestado como todo el mundo. Pero como Thomas Edison lo dijo en una famosa frase:
"Si la Nación puede emitir bonos en dólares, también puede emitir billetes de dólar. La diferencia entre el bono y el billete es que el bono permite que los intermediarios del dinero recojan el doble del bono más un 20% adicional. Se llega a una situación terrible si el Gobierno, para asegurar la riqueza nacional, debe contraer deudas y someterse a ruinosas cargas de intereses en manos de individuos que controlan el valor ficticio de oro."
El gobierno de China puede dirigir sus bancos para que otorguen créditos en la moneda nacional según como sea necesario, ya que es dueño de los bancos. Irónicamente, los chinos, tomaron esa idea ostensiblemente de nosotros. Sun Yat-sen, era un gran admirador de Abraham Lincoln, que esquivó una agobiante deuda nacional mediante la emisión de bonos de libre deuda del Tesoro durante la Guerra Civil. Y Lincoln seguía el ejemplo de aquellos colonos americanos que fueron nuestros antepasados. Tenemos que reafirmar nuestro derecho soberano a sentar las bases de la riqueza común, sin enredarnos en deudas con acreedores extranjeros, a través de la utilización de una moneda emitida por nuestro propio gobierno y por bancos de propiedad pública.
|