Comentario del libro de Abel Posse
“Los Demonios Ocultos”
(“Los Demonios Ocultos”-Comentado por Silvio Dall’Ara): Los últimos estertores del III Reich, la diáspora de los criminales de guerra, Argentina como una de las metas elegidas. Éste es el escenario en el que Abel Posse desarrolla esta narración, que comenzó a imaginar en 1971 y recién publicó en 1987. El eje de la misma gira en torno de un hombre gris y taciturno que transita por las ruinas de una realidad siniestra, obsesionado por averiguar el destino de su padre, un oficial nazi.
Los sucesos del relato transcurren en distintas dimensiones temporales que se entrecruzan. Por un lado, una trama de tinte realista describe la sufrida psicología de Lorca, el personaje principal, y de la sociedad sudamericana en la que le tocó vivir. Pero por el otro, la novela nos transporta hacia un universo paralelo, habitado por los misterios paganos que nutrieron al nazismo. La transición entre estos dos mundos ocurre mediante una historia que, evocando a los cuentos orientales, surge en el seno del relato principal bajo el sugestivo título “Tractatus del Iniciado”.
Así, emergen de estas páginas: el reino perdido de Agartha con su metrópolis Shambhala, oscura y mítica Jerusalem simétrica y opuesta a la imaginada por San Agustín; la siniestra Ahnenerbe; los poderes negros de Rudolf von Sebotterdoff; René Guénon; Friedrich Hölderlin; los campos de Dachau, Adolf Eichman, Martin Bormann, Tucumán, etc. A esta extraña y caótica mezcla de personas reales e imaginadas, de acontecimientos atroces, de geografías remotas y de temas esotéricos, subyace la lógica de la metáfora que esta narración sugiere: una nueva versión de la caída como una iterada alegoría de la vida, del pecado y de la muerte. La historia tiene una digna segunda parte publicada en 1989 bajo el título “El viajero de Agartha”, que devela el extraño destino de Walther Werner, aquel oficial nazi buscado por su hijo. |
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Muchas de las cuestiones abordadas por la novela, fueron anticipadas por William Butler Yeats, Paul Jean Thoulet, Gustav Meynrink y Arthur Machen, quienes fueron ilustres miembros de una enigmática logia secreta denominada “Golden Down” o “Amanecer Dorado”, que integraron junto a Bernard Shaw, Bram Stocker, H.G. Wells, Algernon Henry Blackwood entre otros escritores notables y que tuvo una nunca aclarada vinculación con un joven “medium” y dibujante frustrado llamado Adolf Hitler. Hoy sabemos que una de las casas matrices de esta logia ha cumplido hace algunas décadas, un siglo de vida en algún lugar de Argentina. En los años ’60 del siglo pasado, los mentores del “realismo fantástico” Louis Pauwels y Jaques Bergier, también exhumaron del olvido algunas “coincidencias significativas” que intentaban explicar al nazismo a partir de su trasfondo pagano.
Algunos de los episodios que proporcionaron la materia prima del relato ocurrieron durante el auge del nazismo en Alemania y luego en Argentina. En los últimos años, estos hechos fueron objeto de numerosas investigaciones, ensayos y novelas, limítrofes entre lo literario lo testimonial y lo documental, que insinúan un nexo más intenso entre la ficción de la novela de Posse y la realidad, que lo que podía preverse en el año de su publicación. En este sentido pueden consultarse las varias obras que sobre el nazismo en Argentina ha escrito el recientemente fallecido Jorge Camarasa, el libro “Hitler el hombre que sobrevivió a la muerte” de Abel Basti, la novela “La madriguera” del escritor Andrés Bufali, las investigaciones “Los expedientes Eichman” de Gaby Weber y “Lobo Gris” del escritor y cineasta Simons Dunstan y del periodista de la BBC y Reuter Gerrard Willliams entre muchos otros. |
No sería justo aseverar que esta circunstancia haya sido prevista o calculada por el autor, pero las obras de un escritor se independizan de sus creadores, de sus deseos, de su voluntad e incluso de sus propias creencias. A casi treinta años de su publicación, “Los Demonios Ocultos” pueden sorprender a quienes hayan advertido en su primera lectura, el difuso límite entre lo real y lo imaginado por el autor.
Abel Posse, como diplomático de carrera de la República Argentina, ha viajado por el mundo para cumplir sus deberes profesionales. Como hombre público y político, ha sido discutido, criticado y sometido a un contingente y desgastante escrutinio ideológico en un ámbito en el que muchos actores, ciegos de prudencia e indiferentes a sus propias contradicciones, suelen mostrarse parciales e inflexibles con los errores y contradicciones ajenos. Sin embargo como escritor, ha podido narrar lo que no puede ser explicado, describir con sus metáforas y símbolos lo atroz o lo sublime descubriendo para el lector infinitos mundos posibles. Así lo hizo en “Los Demonios ocultos”. Tal vez ese sea su destino, si alguno hubiere para un hombre de letras. (Comentado por Silvio Dall’Ara) |
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