Las Dos Revoluciones de Mayo
[SEPA] El célebre y revolucionario “Diálogo entre Atahualpa y Fernando VII en los Campos Elíseos”, imaginado por Bernardo de Monteagudo concluía con estas palabras:
"Habitantes del Perú: si desnaturalizados e insensibles habéis mirado hasta el día con semblante tranquilo y sereno la desolación e infortunio de vuestra desgraciada patria, despertad ya del penoso letargo en que habéis estado sumergidos. Desaparezca la penosa y funesta noche de la usurpación, y amanezca luminoso y claro el día de la libertad. Quebrantad las terribles cadenas de la esclavitud y empezad a disfrutar de los deliciosos encantos de la independencia. Vuestra causa es justa, equitativos vuestros designios. Reuníos, pues, corred a dar ripio a la grande obra de vivir independientes." |
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Monteagudo al igual que Moreno, Juan José Castelli, Paso, Serrano, y otros revolucionarios habían estudiado en Chuquisaca y formado parte del movimiento libertario americano cuya semilla fue plantada el 25 de mayo de 1809 en la Virreinal Chuquisaca (la posterior ciudad de los cuatro nombres, que había sido La Plata, Charcas y luego sería Sucre). El panfleto referido había sido escrito en ocasión del primer grito libertario en contra de los españoles, que germinó en los claustros de la ya entonces doblemente centenaria y jesuítica Universidad Mayor Real y Pontificia de San Francisco Xavier de Chuquisaca.
Valle de Sucre
Precisamente un 25 de mayo de 1809 (un año antes de la revolución de mayo del cabildo de Buenos Aires), un grupo de independentistas surgido entre los universitarios de Chuquisaca destituyeron al gobernador y formaron una junta de gobierno. Parte de los rebeldes invocaron al depuesto Rey Fernando VII con el pretexto que el gobierno intentaba entregar el país a la infanta Carlota Joaquina de Borbón.
Sin embargo el grupo más radicalizado nacido en los claustros universitarios buscaban la independencia y propagaron las ideas revolucionarias a la ciudad de La Paz en donde constituiría una junta denominada Junta Tuitiva de los derechos del Rey y del Pueblo el 16 de julio de 1809.
Convento de Charcas
Sin embargo y a pesar del nombre de la junta, este organismo se aprobó un “Plan de Gobierno” de diez artículos que se convirtió en el primer estatuto constitucional de América Latina. Basta leer su proclama para entender sus intenciones:
“Compatriotas: Hasta aquí hemos tolerado una especie de destierro en el seno mismo de nuestra patria; hemos visto con indiferencia por más de tres siglos sometida nuestra primitiva libertad al despotismo y tiranía de un usurpador injusto que, degradándonos de la especie humana, nos ha mirado como a esclavos; hemos guardando un silencio bastante parecido a la estupidez que se nos atribuye por el inculto español, sufriendo con tranquilidad que el mérito de los americanos haya sido siempre un presagio de humillación y ruina. Ya es tiempo, pues, de sacudir yugo tan funesto a nuestra felicidad, como favorable al orgullo nacional español. Ya es tiempo, en fin de levantar el estandarte de la libertad en estas desgraciadas colonias, adquiridas sin el menor título y conservadas con la mayor injusticia y tiranía. Valerosos habitantes de La Paz y de todo el Imperio del Perú, revelad vuestros proyectos para la ejecución; aprovechaos de las circunstancias en que estamos; no miréis con desdén la felicidad de nuestro suelo, ni perdáis jamás de vista la unión que debe reinar en todos, para ser en adelante tan felices como desgraciados hasta el presente. En la ciudad de Nuestra Señora de La Paz, a los 27 días del mes de julio de 1809” |
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Chuquisaca primero y la Paz después preceden a la Revolución de Mayo de 1810 ocurrida en Buenos Aires y a la americana declaración de la independencia en Tucumán un posterior 9 de Julio de 1816 de la que pronto se cumplirán 200 años.
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Las naciones del sur (Argentina, Chile y Uruguay) son herederas de una tradición revolucionaria nacida en las entrañas de la América del Sur, en la mediterránea ciudad llamada Sucre (hoy en Bolivia antes Virreinato, ciudad con varios nombres: La Plata, Charcas y Chuquisaca y como si fuera poco, a raíz de la prestigiosa universidad también recibía el mote de “La Atenas Americana”).
La revolución estalló el 25 de mayo de 1809. El presidente de la Audiencia, Ramón García Pizarro, mandó a detener a los conspiradores. El levantamiento fue inmediato, el pueblo comenzó a apedrear los edificios públicos y liberó al único revolucionario que pudieron encarcelar las autoridades. El Presidente de la Audiencia, Ramón García Pizarro, tuvo que renunciar el 26 por la madrugada, asumiendo el mando la “Audiencia Gobernadora”. Había nacido la Primera Junta americana.
La Audiencia cayó unos meses después bajo la despiadada represión militar de Goyeneche. Al año siguiente, en Buenos Aires algunos de los estudiantes revolucionarios de Chuquisaca [Mariano Moreno y su hermano Manuel, Juan José Castelli, Juan José Paso, etc.] iban a impulsar otro levantamiento contra el poder peninsular, eligiendo no en vano y no por casualidad un nuevo 25 de Mayo, el de 1810.
Sin embargo el nuevo 25 tendrá la resistencia silenciosa de un sector del puerto que dilatará la independencia, pero no la podrá sofocar. El espíritu de Chuquisaca llegará hasta Tucumán.
No debe olvidarse, que los hombres que lanzaron el primer grito de libertad en Chuquisaca el 25 de mayo de 1809, luego son los que impulsaron el segundo levantamiento del 25 de Mayo de 1810 en Buenos Aires, y los que finalmente lograron la Independencia de las Provincias Unidas del Sur en Tucumán en 1816. Todos ellos se educaron en la Universidad de Chuquisaca.
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Ambos 25 de Mayo están proyectados en Tucumán, en aquel 9 de Julio, día de la Independencia de las Provincias Unidas de Sudamérica, cuyo bicentenario en el año 2016 debe celebrarse en el continente, porque sus gestores fueron representantes “De las Provincias Unidas de Sudamérica” y entre ellos estaban diputados por Mizque, Chicha, Charcas, Tarija y fueron aquellos estudiantes, ya convertidos en doctores en leyes, quienes propusieron que la independencia se declare no sólo respecto del “Rey Fernando VII sus sucesores y Metrópoli” sino también “toda otra dominación extranjera”.
La ciudad de los múltiples nombres, hoy Sucre, fue la tierra fértil en la que primero nació y luego germinó en Tucumán, la libertad e independencia de América del Sur. |
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