1809
Documento de la Real Audiencia que solicita averiguar los hechos de Chuquisaca
[SEPA/Diario El peso] En la iconografía nacional, el 25 de mayo de 1810, se representa con un grupo de personas abrigadas y con paraguas en un día de lluvia, frente al Cabildo de Buenos Aires, declamando “El pueblo quiere saber de qué se trata”. La respuesta a esta pregunta ha tardado en llegar y sigue tardando para gran parte de los habitantes de la patria sudamericana. Desfigurada por la visión miope de la historiografía oficial de la generación argentina del ’80, la gesta de mayo fue reducida a un motín palaciego de un grupo de patricios preocupados en defender el “derecho de la Corona española frente a la agresión napoleónica”, que en realidad encubría el derecho a seguir comprando bienes suntuosos de origen británico.
Provincias del Plata
La crítica “más profunda” que se suele escuchar de esta versión “metropolitana” de los hechos, es que, en la época casi no había paraguas en Sudamérica. El “error” reposa en la visión sectaria que tuvieron quienes impusieron la primera versión de la historia. Había pocos paraguas en todo Buenos Aires [tal vez uno o dos] y sólo tenían este artefacto moderno, aquellos “patricios” que pudieron traerlos como “souvenirs” de sus viajes a Europa. Es difícil que se hubieran arriesgado a usarlo en una revuelta callejera, pero había que dejar estampado, que ellos estaban allí en aquel lejano y lluvioso día de mayo.
¿El 25 de mayo es fruto de la casualidad? ¿Por qué no fue un 24 ó un 26? La pregunta en apariencias pueril, no lo es. Existe una suerte de “identidad” de sujetos y de fines que otorga al 25 de mayo de 1810 una perspectiva histórica y continental, ignorada e “invisibilizada” por la historia oficial, que intentó imponer que ese día fue el “primer grito de libertad” [comercial] del continente sudamericano, lo cual es en algún sentido, falso. Ello no degrada la gesta sino que la ubica en un contexto de mayor proyección histórica.
En el continente americano, hubo antes de 1810, centenares de levantamientos indígenas y criollos sojuzgados por el dominio español. La América mestiza y criolla dio muestras de voluntad independentista de todo domino extranjero mucho antes de 1810. Sin embargo puede tomarse como una síntesis de todos aquellos levantamientos previos, el ocurrido en 1809, también un 25 de mayo, en la antigua ciudad de los cuatro nombres: la Charcas del período pre-hispánico, ciudad de La Plata del período hispánico, Chuquisaca del período revolucionario y Sucre del período republicano.
Basílica de San Francisco Xavier en Chuquisaca
En dicha ciudad tiene sede desde 1624, la Universidad Mayor, Real y Pontificia de San Francisco Xavier de Chuquisaca, fundada por el sacerdote jesuita Juan Frías de Herrán. Esta casa de estudios tuvo la particularidad de ser formadora de revolucionarios, tales como Mariano Moreno, José Ignacio Gorriti, José Mariano Serrano y Juan José Castelli, militantes de primera línea en la revolución de mayo de 1810; Bernardo Monteagudo, ideólogo y combatiente revolucionario en Charcas, Argentina, Chile y Perú; Manuel Rodríguez de Quiroga, protagonista de la independencia del Ecuador; Mariano Alejo Álvarez, precursor de la revolución peruana y Jaime de Zudáñez, líder en Charcas, redactor de las constituciones de Chile, Argentina y Uruguay y primer Presidente de la Corte Suprema de Justicia de este último país. |
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Fue en esta ciudad, que un año antes del 25 de mayo de 1810, ocurrió un levantamiento en contra del poder español y circulaban panfletos en contra del gobierno, entre ellos el redactado por el Tucumano egresado de la Universidad en 1808 Bernardo de Monteagudo que tituló “Diálogo entre Atahualpa y Fernando VII en los Campos Elíseos” que terminaba así:
"Habitantes del Perú: si desnaturalizados e insensibles habéis mirado hasta el día con semblante tranquilo y sereno la desolación e infortunio de vuestra desgraciada patria, despertad ya del penoso letargo en que habéis estado sumergidos. Desaparezca la penosa y funesta noche de la usurpación, y amanezca luminoso y claro el día de la libertad. Quebrantad las terribles cadenas de la esclavitud y empezad a disfrutar de los deliciosos encantos de la independencia. Vuestra causa es justa, equitativos vuestros designios. Reuníos, pues, corred a dar ripio a la grande obra de vivir independientes."
[Diálogo entre Atahualpa y Fernando VII en los Campos Elíseos] |
Los conspiradores formaron una sociedad secreta a la que llamaron “sociedad de independientes” y se diseminaron por varias ciudades. Muchos de aquellos hombres fueron perseguidos, encarcelados y fusilados. El levantamiento de Chuquisaca terminó con una cruenta represión del poder realista. Enemigo del ideal revolucionario, un provincial de Santo Domingo fray Félix Bonnet previno sobre el levantamiento al Presidente de la Audiencia de Charcas Ramón García de León y Pizarro el mismo 25 de mayo, a diferencia de los frailes del templo de San Francisco Xavier de la Compañía de Jesús, que apoyaron de manera decidida a los estudiantes de la Universidad Jesuítica.
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Muchos de aquellos nombres estarán presentes un año después un 25 de mayo de 1810, fecha elegida no por casualidad sino en homenaje al primer levantamiento, que pretendió fundar instituciones independientes en la América del Sur. Muchos de aquellos hombres quisieron la independencia en 1810 y chocaron contra el muro porteño de los “patricios” que dibujaron paraguas en la versión edulcorada de la historia oficial. Muchos murieron asesinados como Mariano Moreno y unos pocos sobrevivieron para llegar a Tucumán y declarar la Independencia Argentina el 9 de Julio 1816. En este contexto la Revolución de Mayo de 1810, adquiere su verdadera dimensión americana, como parte de una serie de luchas heroicas, jalonadas de traiciones y olvidos por aquellos que jamás quisieron, ni quieren la independencia sudamericana.
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