La Puerta
Un homenaje a Lovecraft
por Silvio Marcelo Dall'Ara
Yog Sothoth By Dominique Signoret, CC BY-SA 3.0
[Silvio Marcelo Dall'Ara] Howard Phillips Lovecraft, atribuye al maldito libro de la ley de los muertos, del enloquecido árabe Abdul Alhazred,el siguiente fragmento:
“… Por su insano olor los conoceréis. Su mano os aprieta las gargantas pero ni aun así los veirés, y su morada es una misma con el umbral que guardáis. YogSothoth es la llave que abre la puerta, por donde las esferas se encuentran. El hombre reina ahora donde antes reinaban Ellos, pero pronto reinarán Ellos donde ahora reina el hombre. Tras el verano el invierno, y tras el invierno el verano. Aguardan, pacientes y confiados, pues saben que volverán a subyugar la tierra.” |
Subyace a este enigmático texto una revelación aterradora: la existencia de una edad pretérita, en la cual la Tierra era dominada por Demonios Primordiales, extrañas entidades que fueron desterradas por otras antagónicas, que los antiguos llamaban Dioses Arquetípicos. En el universo fantástico de Lovecraft, los Dioses Arquetípicos sorprendieron a los Primordiales transgrediendo el tabú que les vedaba el conocimiento del dogma y la práctica ritual de la magia abisal de los orígenes y se vieron obligados a enfrentarlos y vencerlos; pero como la eternidad es un atributo del mundo primigenio, no tuvieron más remedio que confinarlos en diferentes lugares del universo. Aquellos que hollaban la Tierra fueron encerrados en la región más profunda de sus entrañas o en las fosas abismales de los mares remotos. Antiguas tradiciones preservadas en tablillas de barro ya deformadas por el tiempo, refieren los extraños nombres de Azharoth, Chutlhu y contienen algunas grafías impronunciables que serían los nombres vedados de otras entidades cautivas y encadenadas -según dicen las leyendas-, por el sonido grave de una flauta cuya música, imperceptible a los oídos humanos, las mantiene adormecidas.
Los miembros de Círculo afirman que, en las edades pretéritas de la Tierra, convivían diferentes entidades bajo la siniestra tiranía de los invisibles Primordiales. Eran las llamadas “razas menores” y conformaban un diverso conjunto de seres sojuzgados, entre los que estaban varias tribus de humanos primitivos, de ángeles grises y de híbridos gigantes; monstruosa mixtura de hombres con extravagantes entidades. Muchas de las razas menores, cuando los Primordiales fueron confinados, decidieron permanecer ocultas en diferentes cavidades intraterrenas, temerosas del momento en el que los aberrantes tiranos se despabilen. Otras han logrado ocultarse en los espacios intersticiales por lo que son invisibles a los ojos de los hombres, salvo que decidan mostrarse.
Sabiéndose mortales, algunas tribus humanas quisieron congraciarse con los Primordiales en busca de la eternidad. El precio que debían pagar era la sangre pura de un alma mortal y el dolor de sus hijos ofrendado en un holocausto ritual; abominación que practicaron durante milenios, hasta que las entidades Arquetípicas confinaron a los Primordiales y exterminaron a estas estirpes humanas degradadas. Se cuenta que algunos de estos hombres llegaron a vivir más de 900 años, pero nunca lograron la eternidad. Las otras razas humanas quedaron en la superficie de la tierra, pero para evitar que la historia se repita, decidieron ocultar a su progenie el estigma de aquellos hombres, sellando en la piedra aquella memoria indigna mediante signos oscuros que narraban alegorías inentendibles a los profanos y que sólo algunos sacerdotes elegidos podían descifrar y transmitir a otros sacerdotes, por los siglos de los siglos.
Siempre se pensó que aquellos humanos nefíticos habían sido eliminados cuando Shub-Niggurath, cuyo nombre se traduce como “la cabra negra de los mil retoños,” confinó a los Primordiales. Luego de la guerra de los dioses -así se conoce el episodio en las tradiciones orientales-, devino el diluvio 12.000 años antes del presente y de aquellos tiempos pretéritos sólo quedaron dispersados por el mundo, gigantescos templos abandonados como mudos testimonios de un poder desterrado. En la nueva era de los hombres, estas ruinas oscuras fueron ocupadas y profanadas. Dijimos que otras entidades menores se ocultaron -tal vez en vano- en las cavernas de la tierra y en los intersticios dimensionales; intuyendo que las entidades Arquetípicas como Shub-Niggurath y Yog-Sothoth, no vacilarán en destruir la Tierra si despiertan los Primordiales.
Cuando en el siglo XX los arqueólogos desenterraron tablillas de barro encontradas en Lagash, no se conocía el significado profundo de los extraños signos escritos hace 5000 años; hasta que algunos cripto lingüistas lograron en 1930 descifrar algunos pasajes, cuya similitud con el libro de la Ley alertó a los miembros del Círculo. El sentido revelado de esta ancestral escritura cuneiforme sólo podía indicar que algunos sobrevivientes de los abominables humanos que cedieron su progenie a los Primordiales, han logrado sobrevivir y a lo largo de los milenios se fueron mimetizado entre las diversas culturas humanas, buscando conjugar en vano los elementos que despertarán a sus amos abisales: el sacrificio de sangre pura y la invocación sagrada del libro de los muertos. Las tablillas desaparecieron en la última guerra del oriente. Nadie sabe dónde están o quién tiene las últimas cuatro versiones del Necronomicón.
Sabemos que los abominables se agruparon en logias malditas y que han logrado recrear su ofrenda de sangre varias veces en la historia humana; pero sin obtener todavía su propósito final. Fueron fenicios adoradores de Baal, cartagineses adoradores de Moloc, griegos que veneraban a Cronos, romanos que ofrendaban vidas a Saturno, Patriarcas que sacrificaban a sus hijos, clérigos que mataban brujas y herejes, calvinistas que incineraban almas vivas, líderes revolucionarios que mataban hijos propios y ajenos, etc. Siempre fracasaron, pues no pudieron replicar la invocación contenida en el libro de la ley.
En su búsqueda perpetua mataron hijos recién nacidos en altares de piedra, luego los mataron antes de que caminen, antes de que pronuncien palabra para mantener su sangre “pura” siguiendo al libro maldito; los mataron haciéndolos trabajar hasta la extenuación en fábricas de carbón, inventaron guerras a las que mandaron a sus hijos para matar a otros hijos. Por último descubrieron que asesinarlos en el vientre provoca un sortilegio mucho más intenso y entre tanta sangre derramada de forma permanente y silenciosa, siguen rezando y ensayando en sus secretos templos malditos sus fórmulas esquivas. Hora tras hora y día tras día, repiten infinitas combinaciones de la negra plegaria que todavía ignoran y que estos vasallos buscan con desesperación. Lovecraft y su círculo sabían que era cuestión de tiempo, para que llegue el tiempo que todavía no ha llegado, mientras en lo profundo de la tierra, un extraño rumor se insinúa a la planta insensible de nuestros pies. (Silvio Marcelo Dall’Ara) |
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¿Quién fue Howard Phillips Lovecraft?
Un homenaje a 83 años de su fallecimiento
[SEPA]Se considera a Howard Phillips Lovectraft (20/08/1890-15/031937) uno de los escritores más influyentes del género fantástico y un digno cultor de una tradición antes cultivada por Edgar Allan Poe (1809-1849). Muchos estudiosos encuentran en su obra una importante influencia de Poe y de dos contemporáneos suyos, Lord Dunsany (1878-1957) y Arthur Machen (1863-1947), que fueron mucho mayores que Lovecraft, lo que permite explicar su influencia; pero también más longevos, ya que murieron muchos años después. Es por ello que muchos distinguen en su singular obra, tres etapas; la etapa gótica que comprende los escritos que fueron creados entre 1905 y 1920, que sería el período influenciado por Poe. La etapa onírica que se desarrolla entre 1920 y 1927 que sería la influenciada por Dunsany y por último, la etapa de los mitos de Cthulhu desde 1927 hasta su muerte y que sería la influenciada por Machen.
Tal vez, como fruto de su particular sentido del humor, fue que durante su mandato como Director de la Biblioteca Nacional de Buenos Aires (entre 1955 y 1973), fue catalogado el Necronomicón, como si el ejemplar realmente estuviera en aquel lugar. Hoy en día, el viejo y centenario edificio que albergó a Borges como Director, sólo tiene anaqueles vacíos, ya que los libros fueron mudados a una nueva locación de la Biblioteca en el Barrio de Palermo. |
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El Necronomicón, es el libro maldito surgido en la imaginación de Lovecraft y cuyo contenido evocaría seres ancestrales que habrían poblado nuestro planeta mucho antes que la humanidad. Según la fértil imaginación del autor, este libro dataría del año 730 de nuestra era y atribuye su autoría a un árabe enajenado llamado Abdul Alhazred. Quedan, según Lovecraft lo cuenta en el relato “El Horror de Dunwich”, sólo cinco ejemplares; uno de los cuales estaría en Argentina, más propiamente en alguna biblioteca de la Universidad de Buenos Aires. Pocos imaginan que Argentina es una tierra de bibliotecas misteriosas, algunas de las cuales están en la ciudad de Buenos Aires, otras en dos ciudades universitarias como Córdoba y La Plata y una última en la lejana y selvática ciudad de Tucumán; todas preservadas de la curiosidad gracias al desconocimiento que las rodea, cuando no a la indiferencia de la mayoría de los habitantes.
Lovecraft, considerado en el mundo anglosajón un escritor de culto, sin embargo no fue apreciado o entendido por dos grandes escritores argentinos como Julio Cortázar o el mismísimo Jorge Luis Borges; quienes lo consideraron un pálido imitador de Edgar Allan Poe. Sin embargo Borges en el epílogo de “El libro de arena”, escribió: “El destino que, según es fama, es inescrutable, no me dejó en paz hasta que perpetré un cuento póstumo de Lovecraft, escritor que siempre he juzgado un parodista involuntario de Poe. Acabé por ceder; el lamentable fruto se titula se titula ‘There Are More Things’, un cuento dedicado de manera explícita a la memoria de Lovecraft.”
Sin embargo, Borges amaba los libros inverosímiles, aquellos que probablemente existan en la imaginación y que generan búsquedas quiméricas y relatos asombrosos de personas que afirman haberlos encontrado. |
Tal vez, como fruto de su particular sentido del humor, fue que durante su mandato como Director de la Biblioteca Nacional de Buenos Aires (entre 1955 y 1973), fue catalogado el Necronomicón, como si el ejemplar realmente estuviera en aquel lugar. Hoy en día, el viejo y centenario edificio que albergó a Borges como Director, sólo tiene anaqueles vacíos, ya que los libros fueron mudados a una nueva locación de la Biblioteca en el Barrio de Palermo.
Lovecraft y otros autores que conformaron el “Círculo de Lovecraft” escribieron lo que según ellos serían citas extraídas del Necronomicón:
“Que no está muerto lo que yace eternamente, y con eones extraños incluso la muerte puede morir...”
“Muchos y multiformes son los oscuros horrores que infestan la Tierra desde sus orígenes. Duermen bajo la roca inamovible; crecen con el árbol desde sus raíces; se agitan bajo la mar y en las regiones subterráneas, habitan los reductos más sagrados. Cuando les llega su hora, brotan del sepulcro de orgulloso bronce o de la humilde fosa de tierra. Algunos hay de antiguo conocidos por el hombre; otros, permanecen ignorados hasta el día terrible de su revelación. Tal vez los más espantosos y atroces no se han manifestado aún. Pero entre aquellos que surgieron hace tiempo, entre los que han evidenciado su insoslayable presencia, hay uno que por su suprema inmundicia no puede nombrarse: la descendencia que los moradores secretos de las criptas han engendrado en la humanidad.”
“Y hay quienes se han atrevido a asomarse al otro lado del Velo, y a aceptarle a Él como guía, mas habrían dado muestras de mayor prudencia no aceptando trato alguno con Él; porque está en el Libro de Thothcuán terrible es el precio de una simple mirada. Y aquellos que entraren no podrán volver jamás, porque en los espacios infinitos que transcienden nuestro mundo existen formas tenebrosas que atrapan y envuelven. La Entidad que fluctúa en la noche, y la Malignidad a través de la puerta de La Llave de Plata capaz de desafiar al Signo Arquetípico, y la Horda que vigila el portal secreto de cada tumba y medra con lo que se forma en los moradores de ésta... todos estos Horrores son inferiores al del que guarda el umbral, al de ESE que guiará al temerario, más allá de todos los mundos, hasta el Abismo de los devoradores innominados. Porque ÉL es 'UMR AT-TAWIL, El Más Antiguo, nombre que el escriba traduce por EL DE LA VIDA PROLONGADA.”
“Los hombres conocen con el nombre de Morador de la Oscuridad al hermano de los Primordiales llamado Nyogtha, la Entidad que no debiera existir. Puede ser traído a la superficie de la Tierra a través de ciertas cavernas y fisuras secretas, y los hechiceros le han visto en Siria, y bajo la torre negra de Leng; ha ido al Thang Grotto de Tartaria para sembrar el terror y la destrucción entre los pabellones del Gran Khan. Sólo por la cruz ansada, por el conjuro de Vach-Viraj y por el elixir Tikkoun, puede ser devuelto a las tenebrosas cavernas de oculta impureza donde mora.”
El Círculo de Lovecraft fue una sociedad liderada por, Howard Phillip Loecvraft, que integraban, entre otros, Robert Bloch, August Derleth, Robert E. Howard, Henry Kuttner, Clark Ashton Smith, Donald Wandrei y Frank Belknap Long. Sus contactos eran por lo general epistolares. Entre la imaginación y el delirio, algunos sostienen que este grupo era algo más que un club de escritores y que aún hoy, sus sucesores se siguen comunicando en algún lugar discreto de la deep web. |
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