[SEPA] El exceso informativo sobre la crisis sanitaria mundial y sus previsibles consecuencias económicas, ha ocasionado que un público reconocimiento de un organismo oficial de los Estados Unidos (el Departamento de Defensa) pase relativamente desapercibido o al menos difundido de manera superficial y banal: este reconocimiento se refiere al fenómeno OVNI.
El Departamento de Defensa autorizó la publicación de tres vídeos no clasificados de la Marina, el primero data de noviembre de 2004 y los otros dos de enero de 2015. En rigor de verdad, estos vídeos fueron difundidos en la red en 2007 y 2017. Los videos de la Marina fueron también publicados entre diciembre de 2017 y marzo de 2018 por la Academia de Artes y Ciencias To The Stars, una compañía cofundada por el ex músico de Blink-182 Tom DeLonge, quien afirma estudiar información sobre fenómenos aéreos no identificados. La Marina de los Estados Unidos reconoció que estos los videos, habían sido registrados por aviones de la Fuerza. El Departamento de Defensa ha declarado que la publicación de estos videos no clasificados no revela capacidades o sistemas sensibles y que no afecta las investigaciones posteriores de incursiones en el espacio aéreo militar por fenómenos aéreos no identificados.
El Departamento está reconociendo los videos para aclarar cualquier idea errónea del público, sobre si el metraje que ha estado circulando era real o no, o si hay más detalles en los videos que no fueron difundidos. Los fenómenos aéreos observados en los videos permanecen caracterizados como “no identificados” y al menos -por primera vez- son oficialmente reconocidos como legítimos.
Los hechos: Los videos fueron filmados por aviones F18 que se desplazaban cerca del portaviones estadounidense Nimitz. Las filmaciones muestran cápsulas flotantes en el espacio aéreo que desafían las leyes de la física. Los objetos voladores fueron captados primero por los radares del buque de guerra USS Princeton que al detectar la presencia de varios objetos en el espacio aéreo envió una patrulla de aviones F18, la que finalmente obtuvo el registro fílmico.
David Fravor, uno de los pilotos que registró de uno de los objetos en 2004 declaró a la cadena internacional CNN que el artefacto se movía de una manera inexplicable: “A medida que me acercaba… aceleró rápidamente hacia el sur y despareció en menos de dos segundos, fue algo extremadamente abrupto como una pelota de ping pong que rebota en una pared y cambia de dirección”.
Por su parte, el diario New York Time reveló la existencia de un programa secreto del Pentágono que se conoce como “Programa de Identificación Anticipada de Amenazas Aeroespaciales” que estuvo a cargo del oficial Luis Elizondo, área a la que se han asignado 22 millones de dólares por mediación del ex líder de la mayoría del senado Harry Reid. Este programa secreto se desarrolló entre 2007 y 2012.
El mencionado senador declaró con posterioridad que, en su oportunidad, habló con los senadores, de Hawaii, Daniel Inouye y de Alaska Ted Stevens; ambos representantes del Comité de Créditos del Senado que es un organismo que determina el destino de los créditos de defensa y controla los fondos fijos de las líneas presupuestarias “negras” o reservadas. Cuenta Reid que pidió reunirse con sus colegas en el capitolio y les contó los hechos diciéndoles además que quería gastar el dinero reservado para estudiar este tipo de fenómenos.
El director del programa clasificado como secreto, Luis Elizondo, afirmó que él cree que hay pruebas convincentes de que no estamos solos y dijo concretamente de sobre las observaciones que se filtraron que: “…Esos aviones -los llamaremos aviones-, están mostrando características que no figuran en el inventario de los Estados Unidos ni en ningún inventario extranjero del que tengamos conocimientos…”. Es importante señalar que Elizondo renunció al Departamento de Defensa en 2017 en protesta por el secreto que rodea el programa y la oposición a seguir financiándolo.
Primeras repercusiones de la filtración de los videos: Fue precisamente en ese año 2017 cuando se publicó un libro de investigación de la periodista Leslie Kean que ha trabajado para importantes medios estadounidenses (entre otros: el Boston Globe, el International Herald Tribune, The Nation, etc.). En este libro aborda el tema de los OVNIS con una rigurosidad propia de cualquier investigación periodística seria y sin exageraciones. El mismo contiene la más amplia recopilación de documentos oficiales desclasificados e incluye testimonios de pilotos, militares de alto rango de diferentes ejércitos nacionales y altos funcionarios involucrados; sin embargo, aunque ha tenido una gran repercusión pública e incluso contó con la opinión favorable de científicos de la talla del físico Michio Kaku (autor de la Física de lo Imposible), no ha conmovido a las esferas oficiales de ningún gobierno.
El libro, en su capítulo 27 -que contiene una colaboración de los doctores Alexander Wendt y Raymon Duvall-, refiere sobre el “Agnosticismo activo y el tabú de los OVNIS” que parecen profesar los organismos oficiales de todos los países; quienes por otro lado y paradójicamente, son quienes estarían en mejor posición para acceder a la información más precisa y seria sobre esta temática. En este contexto, según estos autores, el tabú comprende un triple escenario que ignora el tema OVNI, por oposición a su difusión en la cultura popular. De esta forma, los gobiernos niegan sistemáticamente el fenómeno, la comunidad científica lo sanciona con el descrédito y no pocas veces con una caza de brujas académica que termina con una suerte de muerte civil de los pocos osados que “sacan el pie del plato” (expresión que se utiliza para designar a los heterodoxos y rebeldes) y los grandes medios monopólicos lo banalizan, dejando entrever entre líneas la poca seriedad que tendrían los “poco creíbles testimonios” y las “débiles” pruebas que existen.
Repercusiones actuales: El reconocimiento del Departamento de Estado, fue tomada muy en serio por el ex alto funcionario Francés Allain Julliet, empresario galo y reconocido político que ocupó cargos en la Dirección General de Seguridad Externa (DGSE) de la Administración Francesa, para luego ser nombrado como Oficial Superior de Inteligencia Económica dependiente del Primer Ministro, cargo que ocupó hasta 2009. El político francés declaró que, el hecho de que un senador norteamericano se haya ocupado del tema e insistido en él, demuestra la existencia de un problema real y que el Gobierno de ese país haya respondido favorablemente a la iniciativa de Reid, se debe a que ya se habían recibido innumerables denuncias de pilotos que daban cuenta de fenómenos inexplicables que podían implicar algún riesgo para la seguridad de ese país.
También los medios han difundido que, en respuesta al comunicado del Departamento de Estado, Japón preparó un plan de contingencia para luchar en una eventual guerra contra OVNIS preparando protocolos “anti- extraterrestres” para luchar en una eventual guerra consistentes en un plan de contingencia para que los pilotos de las Fuerzas de Autodefensa del país asiático puedan responder con fuego ante un objeto volador no identificado. En el marco de una conferencia de prensa, el ministro de Defensa, Taro Kono, sostuvo que no cree en los ovnis y afirmó que sus militares no vieron ninguna nave extraterrestre. Sin embargo, el funcionario informó que su país estará preparado para dicho escenario, según informa el Diario Perfil de Argentina.
Medios alternativos (que van desde pequeñas publicaciones de internet, revistas de misterios y Youtubers) y los brazos sensacionalistas de las grandes cadenas televisivas difunden toda clase de teorías extravagantes. Frente a este tipo de divulgación, cabe preguntarse si no se trata de tapar elefantes con una manada de elefantes, con lo cual si ocurriera una primera entrevista en vivo a un extraterrestres verde y pequeñito podría pasar desapercibida si se hace durante la transmisión de un partido de fútbol, como ya lo hemos sugerido en otro artículo publicado en 2019.
Diversas Teorías Populares: Sin embargo, hay que reconocer que algunas teorías explicativas del fenómeno que circulan por los medios tienen -por lo menos-, un alto valor literario; tres de las cuales sobresalen ya sea por su imaginación o su lógica.
La primera teoría ya la hemos sugerido en el artículo primeramente citado cuando nos referimos a uno de los temas entonces en boga, que daba cuenta de la existencia en los campos argentinos de las vacas mutiladas, en estos términos:
“…Vacas más o vacas menos en diciembre de 2001 en Argentina, durante la grave crisis que puso al país al borde de la guerra civil, se denunciaron a la prensa cientos de casos extraños. Los diarios y la televisión se ocuparon exageradamente del tema, al punto que algunos pensaron que la oleada era en realidad una operación mediática planificada para descomprimir la atención social sobre la crisis económica-política que vivía el país. Ello explicaría por qué un tema tan central en esos meses, desapareció de los medios un tiempo después….”
Este Teoría no podría descartarse frente a la presente crisis sanitaria global, que en sus consecuencias económicas alcanzará -según los entendidos- dimensiones inimaginables. ¿Será posible generar una operación mediática global orientada a descomprimir o distraer la atención de gente angustiada por la falta de comida, trabajo y dinero?
La segunda teoría -que, sin perjuicio de que pudiera ser o no cierta es digna de un extraordinario guion cinematográfico- postula una versión más sofisticada que la anterior, pero encuadrándola en una conspiración global orientada al dominio planetario por parte de una elite. Esta elite -con tecnología de punta-, estaría en condiciones de proyectar gigantescos hologramas en el cielo que engañarían a la gente haciéndole creer que existe una invasión extraterrestre o incluso que se tratan de manifestaciones divinas. Este proyecto se conoce como “Blue Beam” y ha sido propuesto por el periodista y teórico canadiense Serge Monast (1945-1996), que acusa a esta supuesta elite de querer instaurar un “nuevo orden mundial” cuyos principios reposan en la reducción drástica de la población mundial y en los ideales de “New Age”. Monast se inspiró en la obra de William Guy Carr (1895-1959), oficial canadiense dedicado al estudio de las Teorías de la Conspiración. Un dato anecdótico que genera alguna inquietud sobre la vida de ambos hombres (o sobre su muerte para ser más preciso); es que murieron sospechosamente, así como también la hija de Serge Monast, que desapareció en circunstancias nunca aclaradas. Monast murió de un repentino “ataque al corazón”… un día después de ser arrestado y Carr murió en Ontario en circunstancias que tampoco fueron esclarecidas. La vida de Monast inspiró la película “Teoría de la Conspiración” protagonizada por Mel Gibson y Julia Roberts, dirigida por Richard Donnel sobre un guion de Brian Helgeland.
La tercera teoría es la más literaria y está inspirada en una novela satírica del teólogo y matemático Edwin Abbot Abbot (1938-1926) que tituló “Planilandia”. Este relato habla de un mundo bidimensional que se llama Planilandia en el cual un humilde cuadrado cuenta detalles de su vida de dos dimensiones. En sus sueños Cuadrado visita a un mundo unidimensional llamado Linelandia e intenta convencer al Rey de Linelandia acerca de la existencia de una segunda dimensión, pero infructuosamente. Luego recibe la visita de una esfera tridimensional, de la cual no puede comprender su existencia sino parcialmente por el único contacto con su mundo de dos dimensiones a través de un punto. Poco después tiene un sueño donde visita Puntilandia, país que está conformado por un sólo punto, que cree que su existencia ocupa todo y por lo tanto no reconoce nada aparte de sí mismo. Con su amiga Esfera, cuadrado aprende que no puede rescatar al punto de su estado de auto-satisfacción. También aprende a aspirar y a enseñar a otros a tener aspiraciones. Cuadrado se abre su mente a la comprensión de nuevas dimensiones paralelas, y trata indagar la existencia de otras dimensiones diferentes a las conocidas. Finalmente Cuadrado termina preso en Planilandia, por sus intentos de corromper el pensamiento clausurado y dominante que había en su Patria.
En este orden de pensamiento se ha dicho que no podemos conocer la verdadera realidad, sólo con nuestros cinco sentidos (en rigor de verdad ya lo dijo Platón). Usando esta peregrina idea que ha colonizado a filósofos, novelistas y cineastas de todas las épocas, el extravagante David Icke nos dice -explicando su propia e imaginativa teoría de conspiración- que los seres humanos estamos preparados a través de nuestros cinco sentidos para percibir sólo tres dimensiones de un universo multidimensional.Es como un receptor de frecuencia de ondas (un aparato de radio) que capta un escaso 0,005 % del espectro electro magnético existente en el universo. Insinúa que captamos sólo aquellas ondas que se perciben en nuestra dimensión trina y que es un pobre modo de conectarnos con el mundo que nos rodea. Sabemos que existen sonidos inaudibles para nuestro oído, colores que escapan a nuestro espectro visible de luz -limitado entre el rojo y el violeta- y que una multitud de ondas nos atraviesan sin que nos enteremos. Esta idea es cierta, pero de allí a sostener la existencia de reptiles humanoides que gobiernan la tierra en secreto; es como un salto epistemológico difícil de entender.
El hecho de que tengamos limitaciones para conocer la realidad, no nos habilita a decir que lo que imaginemos es necesariamente cierto; o que estemos relevados del deber de probar las hipótesis actuales porque hubo hipótesis del pasado que luego fueron confirmadas.
En realidad muchísimas ideas e hipótesis del pasado también fueron desechadas, incluso algunas que se consideraron oficialmente verdaderas por varios siglos. Nada es cierto ni falso porque no haya sido probado.
Podemos presentir o imaginar que existen otras dimensiones de la realidad igual de habitadas y tanto o más ricas que la nuestra -algunos físicos lo han insinuado o imaginado- y desde las cuales sus habitantes en alguna medida y algunas veces podrían conectarse e intervenir en nuestro mundo -algunos historietistas también lo han imaginado-.
Aprendimos a descubrir el universo de los micro-organismos -tal vez una dimensión bastante cercana, si pudiéramos afirmar que es otra dimensión-, cuando en el siglo XV el holandés Antonie van Leeuwenhoek (1632–1723) pudo hacer las primeras observaciones de micro-organismos. Luego, comenzamos a entender cómo estos seres microscópicos e invisibles a nuestros ojos pueden alterar nuestra vida. En algunas oportunidades se alteró el equilibrio entre ambas dimensiones y un micro-organismo como el que ocasionó la peste negra en la Edad Media se propagó matando millones de seres humanos. A la inversa también nosotros aprendimos a intervenir en este micro-mundo sin que sus habitantes se percaten de nosotros.
Pensemos en la sola y cotidiana experiencia de hacer pan con levadura. Es probable que esos pequeños seres que utilizamos para hacer un pan blando y esponjoso, no sepan que su destino sea terminar en un horno. ¿Podríamos preguntarnos analógicamente, si no seremos la levadura de entidades “superiores”? Algunos han sugerido que podemos encontrar la verdad de este planteo en antiguas religiones, otros en la literatura de diferentes tiempos y lugares, otros en la ciencia. Tal vez estemos muy cerca de encontrar una respuesta, cuando se rasgue del todo el velo que cubre nuestra limitada percepción y se agrande la fisura que permitió a los pilotos estadounidenses registrar aquellas imágenes controversiales en los cielos de la Tierra; de las cuales, sólo podemos afirmar… que son reales.
(Equipo de Redacción - Diario El Peso)
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