¡Peligro, extraterrestres!
Concepto artístico de un artefacto diseñado para explorar por debajo de las capas de hielo de la luna de Júpiter Europa
[C/A de National Aeronautics and Space Administration/ Diario El Peso] Mientras la NASA está examinando 28 propuestas orientadas a encontrar vida fuera de nuestro planeta el célebre astrofísico británico Stephen Hawking advertía de los peligros que significaría encontrarse con una civilización extraterrestre. La Humanidad, según su opinión debería evitar a toda costa un contacto alienígeno.
Hawking, estima que es posible y racional asumir que existe vida inteligente en otros mundos pero agregó que debemos mirarnos a nosotros mismos para darnos cuenta de qué forma la vida inteligente puede convertirse en algo que no quisiéramos conocer. Estas declaraciones fueron hechas para un documental de Discovery Channel que pronto será emitido.
El astrofísico declaró: “Para mi mente matemática, los extraterrestres son algo perfectamente racional. El verdadero desafío es imaginar cómo serán exactamente”. En el programa televisivo se especula con la forma hipotética que tendrían numerosas especies alienígenas. Hawking cree que la vida extraterrestre puede desarrollarse de múltiples formas, aunque asume que la mayoría de estas criaturas serían microbios. No descarta la existencia de vida más evolucionada, inteligente en un sentido similar al humano., en este caso hacer contacto sería un poco arriesgado.
Hawking da su opinión sobre la búsqueda de vida extraterrestre de una manera tajante. “…Si los extraterrestres nos llegan a visitar, creo que el resultado sería muy parecido a lo sucedido cuando Cristóbal Colón llegó a América, lo que no terminó muy bien para los indígenas…”. “…Imagino que habiendo utilizado todos los recursos en su planeta natal, esas civilizaciones extraterrestres avanzadas se volverían nómadas, buscando conquistar y colonizar cualquier planeta que pudieran alcanzar…”.
Distinto es el enfoque de Steve Squyres científico planetario de la Universidad de Cornell en Nueva York y presidente de un comité de la Academia Americana de las Ciencias, quien declaró que la búsqueda de vida extraterrestre es clave en la exploración del Sistema Solar.
Entre los proyectos que han comenzado a estudiar comprenden desde una nave espacial robótica dirigida a Mercurio hasta sondas que viajen a los confines de nuestro sistema planetario. Otro de las proyectos es el de intentar traer a la Tierra muestras de suelo marciano.
La misión, consistiría en enviar un robot a Marte para recolectar muestras del suelo que luego otra nave traería de vuelta. “Estas muestras podrían revelar las formas de vida que han existido o que existen actualmente” explicó Squyres, que también ha trabajo en el proyecto de los famosos y eficaces artefactos Spirit y Opportunity, durante una conferencia en Texas.
Uno de los objetivos es analizar los vastos campos de yeso que cubren gran parte de la superficie del planeta, donde quizás puedan aparecer fósiles de organismos vivos, como se han preservado en el Mediterráneo. Otro de los objetivos de la misión a Marte es la búsqueda del origen del misterioso metano en la atmósfera marciana, que algunos apuntan a que pueda ser orgánico.
Las lunas heladas de Júpiter y Saturno reunirían condiciones para la vida y por ello están entre los objetivos posibles de futuras exploraciones. Se estima que Europa [luna de Júpiter] y Titán y Encelado [lunas se Saturno] pueden tener un océano de agua líquida por debajo de su corteza de hielo. Descubrimientos de vida microbiana en respiradores hidrotermales en las profundidades marinas de la Tierra, han alentado la posibilidad de que algunas de esas lunas heladas puedan albergar vida.
Concepto artístico de la luna de Saturno, Encelado. Crédito Wikipedia
El agua líquida es un requisito para la vida con el que cualquier científico puede estar de acuerdo. Las superficies heladas pueden aislar océanos profundos, cambian y se fracturan como placas tectónicas, y separan el flujo de material y energía entre las lunas y el espacio.
Varias evidencias muestran la presencia de océanos subterráneos en Europa y Encelado. En el año 2000 la sonda Galileo de la NASA midió un campo magnético anómalo en torno a Europa que fue atribuido a la presencia de un océano bajo la superficie. En Encelado, la sonda Cassini descubrió geiseres que emanaban cristales de hielo a miles de kilómetros de altura, lo que sugiere que la existencia de depósitos de agua en el subsuelo.
El núcleo y la superficie de estas lunas albergan fuentes potenciales de elementos químicos esenciales para la vida. La radiación solar y los impactos de cometa dejaron un rastro químico en la superficie. Para sostener organismos vivos, esos elementos químicos deberían llegar al subsuelo de agua líquida y esto puede ocurrir en forma periódica a través de fisuras de hielo. Las moléculas orgánicas también pueden provenir de los núcleos de estas lunas.
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