Los Cuadernos de Da Vinci

[SEPA] Leonardo Da Vinci, ha sido el artista y científico más reconocido del renacimiento, se dice que fue un polímata (cultor de varias ciencias y artes), ya que era pintor, anatomista, arquitecto, ingeniero, músico, paleontólogo, estratega militar, botánico, escultor y filósofo. Más de 500 años han transcurrido desde su muerte, acaecida el 2 de mayo de 1519. Muchas de sus obras están rodeadas de un simbolismo críptico de desvela a los especialistas en símbolos, como “La Gioconda” (1503), de la cual nunca se desprendió, “La última cena” (1498) o “La anunciación” (1472). Pero también, como pocos de los artistas de su tiempo, ha dejado innumerables cuadernos y libros llenos de diagramas, dibujos, notas personales y observaciones que revelan sus particulares puntos de vista.

Leonardo, había nacido en la pequeña localidad de Vinci un 15 de abril de 1452 y al parecer, por las notas y cuadernos encontrados, a sus 28 años habría empezado a registrar sus ideas estéticas y sobre su concepción del mundo en 1480. Fue el primero en usar el papel como él lo hizo: hojas llenas de ideas, comentarios, pensamientos e invenciones, mezclando la mente de un diseñador con la de un científico. Se desconoce el número exacto de cuadernos que da Vinci tenía, pero el Victoria and Albert Museum (V&A) en Londres, cuenta con cinco de ellos, agrupados en tres pequeños volúmenes conocidos como Codex Forster. Pertenecen a su colección desde 1876, y fueron nombrados así en honor a John Forster, el biógrafo y crítico inglés que donó los libros al museo.

El primer cuaderno (hasta el folio 63, alrededor de 1495) contiene notas y diagramas sobre la teoría de las proporciones, pero también varios bocetos, incluidos marcos para tejer (folios 49 verso - 50 anverso), arquitectura (como en el folio 52 anverso) y algunos dibujos figurativos como la Virgen y el Niño (anverso del folio 37). El segundo cuaderno (del folio 64, hacia 1495 - 97) incluye notas sobre la teoría de pesos y balances, así como bocetos sobre el movimiento perpetuo (como en los folios 90 verso - 91 recto), dibujos de cascos (folio 65 recto), y una receta para hacer pinturas (folio 159 anverso). Como Leonardo escribió en escritura espejo (al revés y de derecha a izquierda) a menudo comenzaba con lo que consideraríamos la última página. Esto se puede ver en el segundo cuaderno donde el propio Leonardo numeró los folios del 1 (verso del folio 158) al 94 (verso del folio 65).

El Codex Forster III se compiló aproximadamente entre 1490 y 1493, cuando Leonardo estaba al servicio de Ludovico Sforza, duque de Milán. Es el más variado de todos los cuadernos Leonardo que posee el V&A. Notas y esquemas sobre geometría, pesos e hidráulica se intercalan con anotaciones y bocetos sobre diversos temas como los dispositivos de bloqueo (folios 42 anverso, 54 verso o 75 anverso), arquitectura (ver folio 55 verso), vestuario y sombreros (folios 8 verso - 10 anverso), y anatomía humana y animal. En el recto del folio 28, por ejemplo, un dibujo muestra el cabello y las capas de piel de una cabeza humana. También incluye recetas para la práctica artística, explicando por ejemplo cómo preparar aceite de linaza con semilla de mostaza (verso del folio 10), y menciona libros de interés que son propiedad de otras personas, como en el caso de una 'hierba fina' de un tal Giuliano. da Marliano (verso del folio 37). Como escribió Leonardo en escritura espejo (al revés y de derecha a izquierda), generalmente comenzaba con lo que consideraríamos la última página. También usaba ocasionalmente su cuaderno al revés, como por ejemplo hacia el final del volumen (ver folios 72 verso - 88 verso).

Recientemente sus cuadernos, Codex Arundel, han sido digitalizados por la Biblioteca Británica, la cual los ha puesto accesibles al público. Estos cuadernos (1452-1519), Leonardo los escribió en espejo, es decir, de derecha a izquierda, por lo que sus palabras deben verse a través de un espejo. Dibujó sus versiones de los aviones, helicópteros, el paracaídas, el submarino y el auto. Todo esto se le ocurrió unos 300 años antes de que las ideas maduraran para hacerlas realidad.